martes, 31 de marzo de 2009

"``* Pláticas de alcoba*´´"


- ¿Qué serías capaz de hacer por mí?

- Por ti, mi vida… por ti enlazaría una cometa y sujeto a su estela me robaría las gemas más bellas del manto celestial, para hacer con ellas una corona que adorne la gracia de su hermosura.

- ¿Sólo eso harías por mí?

- Por ti, mi cielo… por ti nadaría en las profundidades del océano, más allá de los abismos infinitos, casi arañando las entrañas del planeta, para traerte los tesoros más hermosos que yacen en el fondo; nadaría millas sin detenerme buscando las perlas más grandes y las más bellas, para que acaricien tu cuello y tus muñecas con su nacarada tersura.

- ¿Es que sólo eso harías por mí?

- Por ti, mi ángel… por ti construiría una isla, no, todo un continente, llevando la arena de mil playas, grano por grano a la vez, para que reines en él y lo llenes de tu gracia y por las noches lo ilumines con tu sonrisa.

- ¿No harías nada más por mí?

- Por ti, mi amor… por ti me enfrentaría a los ejércitos celestes, a los dioses en persona, para reclamar su trono divino y regalártelo sólo a ti, por ser mi diosa, la reina de mi destino, de mi pasado y mi futuro.

- ¿Es lo único que serías capaz de hacer por mí?

- Por ti, mi pequeña… por ti pactaría con el mismo averno para hacerme inmortal, y así ofrendar mi vida una y mil millones de veces por tu hermosura.

- ¿Serías capaz de alguna otra cosa por mí?

- Por ti, mi princesa… por ti desafiaría a las leyes del mundo y te bajaría la luna llena para que construyas un jardín en ella, y recorras sus campos floridos mirando al mundo girar bajo la ternura de tus manos.

- ¿Qué más harías por mí?

- Por ti, mi musa… por ti leería mil poemas y estudiaría mil pintores, sólo para escribirte los versos más apasionados y para pintarte los cuadros más excelsos, aunque sean insuficientes para representar lo bella que eres.

- ¿Te puedo preguntar algo más?

- Lo que quieras, cariño.

- ¿Por mí serías capaz de amarme toda la vida?

- Ehhhh… mi caramelo, el amor dura la eternidad que le demos a cada beso, a cada caricia, a cada momento juntos, como ahora.

- ¿Eso qué significa?

- … Que puedo prometerte amarte hasta que amanezca, y quizá hasta el desayuno, porque luego tengo que ir a ver a mi novia...



.¨¨Quién te viera¨¨¨.



Quién te viera ahí sentada
escuchando la respiración del viento,
mientras va haciendo efecto
el tiempo en tu corazón...

Las vitrinas donde exhibías
tu colección de alegrías, hoy
lucen tan vacías...

Y si la vida te da una oportunidad
y tu la dejas pasar
y luego miras atrás,
no te quejes
esos días no volverán...

Del reflejo de tus pestañas
no queda el brillo, no queda nada
pareces dormida...

Cierra tus manos
y no dejes que se escape
el calor
de los besos que no nos dimos,
abre tus ojos
y mira mis palabras
como se disuelven en tu voz
al oirme decírte adiós...


lunes, 30 de marzo de 2009

La madrugada avanza y sin darme cuenta lo estoy intentando de nuevo...el mismo modus operandi de hace años, siempre con el mismo resultado... Saben, me siento como los personajes que aquí desnudo a la vista de todo el que se pase por esta página... a veces me parece que esa fatua ficción que les impregno no es más que mi forma de decir "aquí estoy, y así es como me siento"...ansioso por que lo sepan, pero esperando que no lo noten...
Ya no necesito motivos, ni un animo específico para intentarlo...hoy, igual que ayer, me bastó ver una película y quedarme en silencio mirando el vacío... en todos sus sentidos... Es como escribí en un post hace unos días... ya no es pretender hacerlo por un motivo específico, es sólo un deseo ausente de ganas por hacerlo...
No se realmente por qué escribo esto si jamás lo había hecho como una manifestación personal, siempre fueron historias, cuentos, relatos... y hoy soy simplemente yo diciendo algo que no debería decir...
Quizá es que así siento que al menos si uno de ustedes lee esto, no me sentiré tan vacío como me siento, porque alguien más sabrá en que se derrochan mis madrugadas a oscuras... y con suerte alguien lo entenderá... aunque reconozco que no espero que eso pase realmente...antes ya abrí esta parte de mí que ojalá siempre estuviera encerrada...y no supieron entender... en fin...
Fue sencillamente otro intento fallido...sumémoslo a la lista...y sigamos contando hasta que consiga hacerlo...

Atte.

Edson Espinoza, o si prefieren, Betto Malatesta.


domingo, 29 de marzo de 2009

^^*~Fairy Tales~*^^


Finales felices aderezados con la fórmula constante de sacrificio aviar en pos de una rima bien lograda, residencias pétreas de cuatrocientas habitaciones y medio millar de sirvientes que entre quehacer y quehacer montan diversas coreografías al ritmo de una música pomposa, una puesta de sol al estilo “Lo que el viento se llevó” decorada con pajaritos y cervatillos y unas muestras de la más almibarada y almizclera chabacanería amorosa rayando casi en lo sobreactuado. Todo eso es un típico final de cuento de hadas. Ok, eso queda bien para la industria cinematográfica, y en específico para aquella destinada un público débil mental, pero no para la realidad. Por ello me sorprende oír aquellas muestras de ingenuidad trepidante que afirman esperar vivir un intenso y romántico cuento de hadas con su príncipe azul. Venga, que la ignorancia es atrevida y se disculpa, pero la ingenuidad es apelmazada y por babosa se castiga. ¿Es que acaso alguien cree aun que su vida puede ser un cuento de hadas con un perfecto príncipe o una bella y virginal princesa? Si alguno responde que sí, le recomiendo una buena terapia en “Crédulos Anónimos”, y por los gastos no se preocupen, van por mi cuenta.
Ahora, a no ser que sean eximios onironautas, capaces de construir sueños a voluntad, está muy difícil que se calcen el vestido vaporoso de Cinderella, o que se metan ajustados en las mallas del Príncipe Encantador. Su realidad es otra, es totalmente diferente, captenlo, asúmanlo y acéptenlo. Si la vida fuera como un cuento de hadas entonces todos viviríamos cantando con los gorriones y limpiando nuestros chalets con las esponjosas colas de las ardillas. Las guerras las resolveríamos con una bonita (lo de bonita es pura especulación) canción y una taza de té entre el marajá de una nación petrolera y el emir de un gobierno neoliberal caído en crisis, y las injusticias no serían un problema porque al final todo se resolvería en el momento preciso y el sol jamás dejaría de brillar mientras nos sonríe como si fuéramos una aldea gigante de Teletubies.
Eso no quita que los finales felices sean posibles, aunque es discutible el término “finales“, porque generalmente en los cuentos te chantan esa palabrilla sólo para cerrar un capítulo, pero todos sabemos que ese final es realmente el mero mero inicio de otra historia. Me explico, en el cuento de la Mugrosienta (Cinderella para los amigos), el “final” de su trágica y sufrida infancia y adolescencia es un majestuoso matrimonio con el guapo heredero a la corona de su comarca. Bien, hasta ahí todo perfecto ¿no? la muchacha maltratada por su familia, tratada como sirvienta, medio autista y toxicómana (hay que volar bien alto para tener por amigos a unos ratones y pensar que se te puede acercar volando una gorda en miniatura a concederte deseos al estilo de Harry Potter sólo porque le caes bien), que reivindica su existencia al encontrar el amor en un prominente muchacho; argumento novísimo y de una fuerza literaria que ni siquiera a Cervantes se le hubiera ocurrido tan elaborada historia. Pero nadie te cuenta que sigue luego de su “comieron perdices y vivieron felices”; nadie te cuenta las peleas maritales por los malos hábitos recién descubiertos en la convivencia (Cinderella por tanto maltrato es neurótica y mitómana, y el príncipe como buen exponente de la realeza tiene cierta alergia a mezclar agua y jabón), las infidelidades y engaños mutuos (obvio, viven juntas casi mil personas en un castillo de esos, a poco no esperan que tengan sus aventuras por ahí, y quien quita que no hayan montado un baile real swinger o una “royal orgy masked dance”), los estragos del tedio y los rumores de frigidez de la nueva “princesa” y la consabida impotencia del “principito”. Acabando todo trágicamente con un anuncio público de la separación de la pareja ante la aceptación de una (de tantas) infidelidad de parte del príncipe, y la posterior muerte de Cinderella en un accidente de carrozas en un sendero de alta velocidad, cuando huía de unos retratistas y pintores que la seguían a su salida de un hospedaje con su amante, un emisario árabe (parecido con la realidad, igual a conincidencia).
¿Es eso un final feliz? Pues noooo… A ver, a ver, fácil es decir que su “final feliz” fue hallar el amor y casarse, pero de ahí ¿qué? Eso de vivir un cuento de hadas está altamente sobrevalorado en estos días. Con tanto bombardeo mediático te hacen creer que lo que ves en la pantalla de tu televisor en la tediosa comodidad de tu casa o en la projection screen de un cine de piso pegajoso, es real, posible y tranquilamente alcanzable. Con tamaña mentira propagándose por doquier, es evidente que un grueso de la población atarantada por los destellos de felicidad que esos actores muestran, quieran emularlos en su vida diaria. Que poca personalidad, que mal realmente, eso demuestra cuán misérrimos se deben sentir algunos para esperar que por gracia de Santa Rada de los ignotos, les llegue el día de su suerte. A ver, juguemos por un momento a imaginarnos un escenario real, tenemos así a una chica X quien conoce a un chico Y, se gustan, se atraen, se enamoran, se desean, se necesitan, etc., etc., etc. Pasan por cientos de avatares antes de poder ver concretado su amor, pero finalmente lo consiguen. Por fin están juntos luego de casi dos años y disfrutan el período de gracia de toda relación; luego comienzan las peleas y decidiendo cortar por lo sano él se va con otra y a ella la deja embarazada de tres meses. Ella no soporta la decepción de ver como su historia feliz se viene abajo, decide no creer más en el amor y se cuelga de la viga de su cuarto dándole más trabajo a sus pobres padres que tendrán que lidiar con los gastos de sepelio y entierro, y habrán visto irse al desagüe su inversión y su seguro para la vejez. El muchacho se enterará de todo, se deprimirá y encontrará refugio en el alcohol para tratar de calmar su sentimiento de culpa, su novia actual no querrá lidiar con eso y regresará con su antiguo machucante, esto sumirá más aun en el foso de la pena al muchacho y se volverá un alcohólico empedernido, dejará sus estudios y acabara mal viviendo debajo de un puente en compañía de otros despojos de la sociedad. ¿Y todo esto por qué? Por creer que su vida puede ser un cuento de hadas y tener un final digno de ser filmado por Spielberg con un guión adaptado por Guillermo del Toro.
Es que es lógica básica, mientras más esperas de algo, más fácil es que te decepciones y más dura será la decepción, es como dicen coloquialmente, mientras más alto subes más dura es la caída. Acaso no es mejor ser realistas y pensar, hey! los cuentos de hadas son una bosta que hago ver a mis hermanos para que me dejen ir a fornicar tranquilo con mi prima segunda mientras mis papas están en el casino… ¿Para qué esperanzarse en que todo será color de rosa y que hallarán el camino amarillo que los llevará al final del arcoíris? Mejor que lo tengan bien presente mis niños y niñas, LOS CUENTOS DE HADAS EN LA REALIDAD NO EXISTEN. Mejor acepten su vida tal y como es, miserable, insatisfactoria, aburrida, tediosa, vacía y carente de sentido, así puede que no vivan más, pero cierto es… que tampoco vivirán mejor, en fin que esperaban, ninguna fórmula es perfecta y si quieren consejos que les sirvan salgan de aquí y vayan al blog de Og Mandino… pffff.
Aunque si prefieren tómense las cosas yo, escriban cuatro sandeces cada cierto tiempo, ríanse de todo mientras se quejan del resto, y no esperen a que llegue un lindo final, sólo vivan hasta que llegue; y si pueden evitar que el final los alcance mejor que mejor. Total a algunos nunca nos gustaron los cuentos de hadas, yo siempre preferí las historias de ciencia ficción, aunque...




*´´ Ben X ``*


Sinópsis de la película (tomada de http://www.divxonline.info) : Ben (Greg Timmermans) carga con la cruz de ser el raro de su clase, el favorito para las bromas y crueldades de los matones del instituto. La inteligencia de Ben es superior a la del resto de sus compañeros, pero tambien es retraido, exacerbadamente timido hasta el punto que parece rayar el autismo. Su vida en el colegio es un infierno, pero cuando llega a casa, al refugio de su habitacion y se sienta delante del ordenador, surge el Ben amo y señor del juego online favorito de millones de adolescentes, incluidos los que le atormentan a diario.

Esta Película se llama "Ben X" y es una producción belga bastante interesante... yo acabo de verla y realmente me siento en una especie de vilo ante lo que mi cabeza me propone, me reclama y por otra parte me consuela...
Es una excelente película, y como paso con un post anterior, comparto con ustedes esta historia...que podría ser las de ustedes, al menos un poco...como en mi caso...

*Para visualizar la película, denle click en el botón naranja en medio de la pantalla, luego esperen a que el mismo botón se ponga verde, esperan un poco y le dan click nuevamente. Tarda un poco en cargar pero créanme, vale la pena. Gracias.



"``* Pláticas *´´"


- ¿Qué sentiste la primera vez que moriste?

- Sentí mucho dolor, la agonía era algo indescriptible, sentía la vida apagándose dentro de mí. Sentí mis recuerdos olvidados regresar con fuerza, mis promesas incumplidas volver para reclamarme, mis metas abandonadas manifestarse en desacuerdo. Sentí que mi orgullo se humillaba y mi soberbia pedía misericordia, podía oír a mi egolatría pensar en mi madre, en mi padre, en mi esposa y en mis hijos. Sentí como iba dejando se sentir de a pocos, como iba.

- ¿Te asustó?

- Al principio sí, mucho. Luego el temor se volvió accesorio, secundario, no había por que temer a lo inevitable, no tenía sentido ni razón. El temor se disipo como las sensaciones, como los ruidos, los latidos y las imágenes que se intercalaban frente a mí. En adelante no volví a sentir temor cuando iba muriendo.

- ¿Volverías a morir?

- Supongo que sí, es algo natural, algo que no podré evitar y a lo que no temo. Podría suceder en cualquier momento, incluso ahora.

- No, no quiero saber si volverás a morir, quiero saber si volverías a hacerlo.

- Pues sí, justo hace una hora acabo de hacerlo.

- ¿Por qué?

- Una vida donde mueres un poco cada día se hace más pesada que una sola muerte definitiva, ¿no lo crees? Yo ya no necesito motivo para ello, sólo un deseo ausente de ganas por hacerlo.

- Te entiendo, yo muero de a pocos desde que te conocí.

- Lo siento, pero nunca te pedí que me amaras.

- Tampoco me lo impediste, como yo nunca impedí que volvieras a morir.

- Es verdad, buenas noches, hasta pronto.

- Hasta que sea tiempo de volver a coincidir, amor.




´´* Credo *``


Manierismos de cartón empapado

en sudor de una virgen gestante,

santa madre de rocas despeñadas

en lo turgente de sus labios falaces;

dudando a la espina en la frente

el acero en el costado

el vinagre caliente

los clavos en las manos

los azotes en la espalda

que fueron su marca

plenitud de un sello carente.

En vilo difuso de artificios negros

consternado de ti

y de mi de cuando en cuando,

juntando pasajes a retazos;

alzando la voz como los brazos

de rodillas a tu vera

santificando tu nombre

rogando que venga tu reino

para hacer conmigo tu voluntad

¿Dónde estás?

En mi tierra o en tu cielo

No remuerde el austero sufrimiento

del cáliz vacío aferrado a tus dedos,

mi credo perfecto

es creer que existes

sin haberte visto

ni un solo momento.


viernes, 27 de marzo de 2009

POST NÚMERO 50!!!



Es el primer blog al que le pongo cierto empeño, y realmente me sorprende haber llegado a las 50 entradas. Supongo que lo continuaré hasta que me aburra... ojalá no sea pronto...

Gracias a los que alguna vez, aunque sin siquiera haberlo querido, han leído alguna de las sandeces que me atrevo a escribir aquí. Y si no les gusta, ay que pena... ^^

Bueno nada más eso era... Agur!