viernes, 27 de marzo de 2009

`*^La Hora del Planeta^*´



Mientras más oscuro está el cielo, mientras más penumbra haya en la tierra, más brillantes se verán las estrellas.

No es un mantra de optimismo, ni una invocación a ver el vaso medio lleno, es sólo algo en lo que creo, algo que guarda mucho de cierto y mucho de encanto si lo escuchas de los labios indicados.

Dicen que la oscuridad no existe, que es sólo la ausencia de luz, yo pienso al contrario, la luz es sólo irrupción en la oscuridad…

La oscuridad es injustamente temida, es menospreciada, la gente tiende a evitarla y a combatirla, a identificarla con la maldad y lo nocivo, pero pocos reparan en la serenidad y el sosiego que puede hallarse en ella. Nada es malo per se, somos nosotros quienes les atribuimos esas cualidades, a veces con grandes desaciertos…

La oscuridad es tan antigua que existió antes de que siquiera hubiera algo que exista, fue el escenario donde apareció el universo, que por cierto jamás dejó de ser oscuro.

La oscuridad es el telón de las historias, las leyendas, los mitos y las tradiciones, es el contexto propicio para que se narren epopeyas pasadas y se maravillen las mentes.

La oscuridad es la cómplice de los amantes, la que les guarda sus secretos, quien los acoge a hurtadillas para que se prodiguen las caricias más ardientes.

La oscuridad es el lugar en que la imaginación se desata y se disparata, es el umbral de lo convencional donde las ideas vuelan y se gestan los más ambiciosos proyectos.

La oscuridad es la antesala al sueño, el preludio perfecto del descanso profundo, donde los anhelos terrenos se desplazan desprovistos de ataduras y construyen paraísos de párpados cerrados.

La oscuridad es la forja donde se muestra la valía del coraje, donde se enfrentan los miedos internos a la luz del brillo de los propios ojos solamente, donde entran los infantes y emergen los hombres.

La oscuridad es la madre de la noche, de su encanto, de su atrapante silencio y las emociones que afloran en la piel al caminar entre sus sombras.

La oscuridad es el enebro de la lluvia, opacando el cielo y enviando sus versos acuosos a besar la tierra y los rostros fascinados de los enamorados.

La oscuridad es el reposo de la tierra, el dormir de su fuego íntimo tan gastado, la oscuridad es el llamado de atención de las voces sin voz, la oscuridad es la señal de que aun se puede hacer algo, la oscuridad es una verdad innegable…

La oscuridad es un símbolo muy fuerte, así que este sábado 28 de Marzo, todos tenemos la oportunidad de ver el brillo de la oscuridad, su faz más cercana, entendiendo que una hora de esa oscuridad tan incomprendida será una centuria de luz que podremos vivir para ver…

Apoyemos la “Hora de la Tierra”… que mientras más oscuro esté el cielo, y mientras más penumbra haya en la tierra, más brillantes podremos ver las estrellas.


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