martes, 28 de abril de 2009

@... Sacrilegio a la razón ... @


Locura… generalmente se define a la locura como la privación de juicio o del uso de la razón… se estigmatiza a aquellos que adolecen de ella… se les aparta de la sociedad y se ignora que existen… se niega su padecimiento y nos ofendemos cuando nos mandan al psicólogo… eso es de locos… la locura ha sido resuelta a menos que un insulto común y corriente… a ser un mero diagnóstico clínico con el cual eludir la cárcel, sino la realidad… la locura es ahora un pretexto para minimizar a quien opta por ser diferente al común de los mortales…

Yo nunca he negado que vivo feliz en mi locura… me siento un clérigo de la deliciosa enajenación mental… profesando que mi disociación de la realidad me causa más satisfacciones que nada en este mundo (o en el otro, o donde esté), y siempre que alguna referencia mía es solicitada, este adjetivo de “loco” se hace presente… unas veces para bien, otras para mal… pero siempre con el mismo resultado… decir que yo me salgo del patrón adormilado que campea hoy entre ternos polvorosos y corbatas de descuento…

Odio usar terno, odio trabajar en una oficina, odio sentarme más de 20 minutos a oír a otro hablar y hablar y hablar… detesto la idea de lidiar algún día con una familia, el ser formal me aburre tremendamente, no quiero acabar como todos esos sujetos que veo a diario, pretendiendo que son felices con lo que hacen… Y esto es a lo que tienden a llamar normal… pues si es así prefiero nunca serlo…

Yo quiero meter cuatro cojudeces en una mochila, ponerme unos jeans medio ajustaditos (así me gustan) un polo sin mangas, una gorra y salir por ahí sin rumbo fijo, caminando hasta que llegue el día que me canse de caminar y ya no me quede más nada que ver… quiero dedicarme a la música usando todas las experiencias que he adquirido en ese viaje, cantar sobre las gentes que conocí, sobre los lugares que visité, los amores que no amé… quiero comprarme un castillo viejo y sobre el que hayan leyendas de maldiciones y apariciones trepidantes, quiero pintar mi cuarto de negro y tapiar las ventanas, quiero en lugar de cama dormir en un ataúd, ya lo probé una vez y es lo más cómodo del mundo, sólo quiero salir de noche y evitar el sol a toda costa, quiero tener un jardín enorme lleno de árboles y tener un par de lobos por mascotas… quiero despertar un día y meterme a un gimnasio para transformarme en un amasijo de músculos, competir en algunos torneos de fisicoculturismo y quizá, sólo quizá, ganar alguno… quiero llenarme el cuerpo de tatuajes de serpientes, lobos, garras, flamas y zarpazos, que mi cuerpo se vea como un lienzo tétrico arrancado de las mismísimas pesadillas de Dalí… quiero entrar al mundo de las peleas, y romper algunos cuellos, que me revienten la cabeza y cuando todo parezca en contra levantarme y partirle la madre hasta que me pidan misericordia… quiero comprar una moto pistera, la más poderosa que haya y meterme al circuito de carreras, participar en sólo diez de ellas sin que me interese si gano o no… quiero provocar los más espectaculares accidentes y retirarme en la cúspide (aunque eso sólo lo piense yo)… quiero hacerme famoso entre los medios y usar mi fama y dinero para irme a Rusia y convivir con unas preciosas gemelas adolescentes, corromperlas, sacar lo mejor que pueda de ellas (o meter, sería más acertado) y cuando sienta que me aburrí de eso irme a vivir unos años a la selva como un anacoreta (gracias profesor Uzafari) conviviendo sólo con los animales y la naturaleza, luego regresar a la civilización y calzarme las vestiduras de un justiciero (por decirlo así) enmascarado y salir a masacrar delincuentes, terminando entre el temor y la admiración de la gente… quiero sacarme la mandíbula y reemplazarla por una de metal (titanio era mi primera opción), colocarme enchapes metálicos en el cráneo y si se pudiera reemplazar mis órganos y mis brazos y piernas por aditamentos robóticos que me permitieran transformarme en un arma… quiero prolongar mi existencia artificialmente con la ciencia convirtiéndome en una especie de experimento ambulante temido por doquier… quiero terminar mis días en alguna guerra asesinando y devastando, viendo como mis enemigos huyen despavoridos al verme en el campo de batalla… ser alcanzado por una granada o una ráfaga de ametralladora y estallar dejando un enorme cráter que se lleve aliados y enemigos por igual…

Esas son las cosas que realmente quisiera hacer… no soy convencional, ni clásico… digamos que estoy bastante contento con mi ausencia de cordura… y así seguiré… aunque eso me cueste grandes sacrificios… pero estoy dispuesto a pagarlos… total… vida es una sola, mejor aprovecharla sin pedir disculpas ni permiso… para eso ya tendremos mucho tiempo en el infierno… en el que por cierto, yo no creo… ¡A tu salud gente normal!... Sí, y una mierda ¬¬





2 comentarios:

Jonathan dijo...

seas mamón.... ¬¬

¿¿¡¡un pastor rockero!!??

Edson "Lobo" Meléndez dijo...

Yeah!!!!!!... digo... Amen xD