domingo, 12 de julio de 2009

Supernatural...


Lo sobrenatural siempre me ha causado una admiración especial, quizá por ese misterio propio de lo inexplicable, o simplemente por mi fascinación con todo aquello que salga de los terrenos de lo cotidiano.

Desde muy pequeño todo cuanto refiere a criptozoología, parasicología, ufología, y similares, me ha ido obsesionando más. Lamentablemente, estos fenómenos que al parecer ahora son tan comunes (basta poner fantasmas, duendes, u ovnis en Google para que te aparezcan setecientos mil Juan Pérez afirmando que los han visto, fotografiado y hasta les han sacado un autógrafo), nunca se han manifestado en mi presencia. Es jodidamente frustrante, sobre todo cuando entre tus amigos están algunos que aparentemente tienen habilidades de hipersensibilidad y como cosa de todos los días parecen tener visiones, hablar con muertos, hacer viajes astrales, conocer alguien sólo tocando algo suyo, visualizar el futuro, leer la mente de las personas viendo una foto de ellos, o percibir a los espectros que haya alrededor… Hasta mi mamá tiene ciertas habilidades de este tipo, pues cada vez que sueña algo siempre termina sucediendo con pasmosa exactitud… ¿Y yo? … Ouch… T_T

Lo único que recuerdo que pueda decir que me puso en la línea de lo extranormal sucedió hace muchísimo tiempo durante un apagón general. Llegado el momento de sacar lámparas y velas yo empecé a jugar, como todo mocoso baboso, con las velas que estaban encendidas, pasando el dedo por la flama, soplándola y haciendo palitos con la cera derretida con la pura intención de derretirlos una vez más. Estando entretenido en ello, de pronto me quedé mirando la flama, como idiotizado hipnotizado, y sólo pensé en apagarla de a poquitos y tan absorto estaba en esa idea que no me daba cuenta que la flama se estaba apagando en verdad, y cuando caí en la cuenta de lo que pasaba, espabilé y la pequeña flama que estaba casi apagada volvió a encenderse a su tope. Como todo niño ahuevado, le dije a mi mamá lo que había hecho… y quizá si me hubieran apoyado a explorar mis habilidades hoy sería un gran mentalista, un pyrokinético famoso, o el candente miembro latino de un grupo ultrasecreto de superdotados que luchan contra una organización terrorista internacional… pero basta con decir que estoy estudiando Derecho…

Más allá de este episodio hoy por hoy sumamente lejano, la espontaneidad de estos sucesos, por serme tan esquiva, he tenido que forzarla. Con la llegada de la información libre en internet me pasé muchas horas buscando formas para ponerle un poquito de sobrenaturalidad a mis días. Lo primero fue intentar, con la ayuda de Anarka (como le digo a Anale, una de mis mejores amigas), abrir un portal para que un viejo demonio entrara en nuestro plano dimensional, tras haber encontrado unos escaneos donde se ponían las instrucciones para invocar a Yohg Soghot y a los antiguos. Esto no lo pudimos hacer porque todos los elementos para hacerlo eran jodidamente difíciles de conseguir, y en ese entonces estábamos recién empezando la Universidad y el tiempo nos jugaba en contra. Luego encontré algunas formas en las cuales poder convertirte en vampiro y en hombre lobo, pero como en ambos casos implicabas una antropofagia post ensañamiento homicida, decidí abandonar la idea (no por falta de ganas, sino por falta de cómplices). Después me entró la vena cazadora de espectros, y me vi asistiendo a cada casa que tuviera al menos una historia de apariciones, supongo que no soy del agrado de los no vivos, porque apenas llegaba y todo dejaba de parecer “Drácula de Bram Stoker”, para volverse un remake de “La Familia Ingals”… Ya lo último fue intentar hacer un pacto con alguna entidad del bajo astral, como no soy ambicioso (… xD) no esperaba que me atendiera Satanás en persona, con que me mandara a algún condenado autorizado para la gestión y permuta de bienes espirituales, pues yo feliz… pero nada… ni siquiera un pinche olorcito a azufre…

Pero esto no me ha hecho desistir, sé que en algún momento tengo que ser testigo presencial y participe primario de un episodio digno de “Misterios sin resolver”… de momento sólo necesito un poco de tiempo libre, mi tiza blanca, desempolvar mi colección de cráneos, y hacer una visita nocturna al cementerio, porque anoche se agotó mi reserva de tierra de panteón…

*Por cierto, este post debió salir hace tres semanas en Hellville de Blog, pero como ando bien ocupado, recién lo subo. Las disculpas del caso a los 4 lectores que nos siguen. Gracias




2 comentarios:

Jonathan dijo...

Andale cabrón el día que te salgan un par de íncubos en la noche haber si te dan ganas de públicarlo o si quiera decirselo a alguien.

ja!

Mar dijo...

Contando conmigo, supongo que ya tienes 5 lectores, no????
un besito...