lunes, 17 de noviembre de 2008

Amigas que torturan - Parte 2


Continuando con el post anterior, sigamos pues viendo el proceder casi maquiavélico de algunas “amiguitas” que tienen como hobby el encender y desatar pasiones que más tarde apagarán personalmente con un buen balde de agua fría, pero no un baldazo de agua fría aquí en el rico calor norteño, sino en Huaraz, parado en la punta del Pastoruri usando una tanga brasileña, sí, así helada y casi escarchada como si fuera una cubeta llena de raspadilla sin jarabe dulce encima, por el contrario saturada de un agrio saborcillo a una amarga, inesperada e incomprensible choteada.

Ahora, el asunto de salir a bailar a alguna discoteca parecería un tanto más complicado, ya que requiere que te armes de valor para invitarla exclusivamente a ella, y es bien sabido que las chicas no salen a bailar solas con un muchacho a menos que sea su enamorado de turno (y esto es conozco especimenes femeninos que ni con sus enamorados lo hacen, bajo la absurda excusa de que no sabe que harían los dos solos en una discoteca, a esos sitios se va en grupo…si claro, ya te creí). ¿Entonces como hará tú amiga para retenerte buena parte de la madrugada de un viernes o de un sábado, dando tumbos en una atiborrada pista de baile? Facilísimo, recuerda es una mujer, esto es cosa de niños para su astucia, le bastará con proponer que salgan en grupo como de costumbre, y existe la posibilidad de que te pida que la pases viendo por su casa porque sus padres no están muy convencidos de darle permiso para salir, así que si te vieran ir por ella estarían más tranquilos…FALSO!…a sus papas la preocupación se les acabo con darle sus conocidas y eternas advertencias sumadas al dinero que les solicite (que dicho sea de paso no gastará pues si ya la fuiste a ver el transporte corre por tu cuenta, más que seguro que tu pagarás su entrada y de ley le invitarás algo de beber cuando estén en la disco). Así que todo es un truco bien planificado para arrancar la diversión de fin de semana teniéndote asegurado a su lado. Claro, existe también la posibilidad de que no te pida esto y de frente se encuentren todos en casa de alguno de los muchachos de su grupo o quizá a las afueras de la discoteca, de todos modos el resultado final de la noche no variará porque ella no dejaría que esto pase. Si bien cuando salían a bailar antes cada uno bailaba con quien le provocara, inclusive podían hacerlo con esos perfectos desconocidos que pululan en la tenue luz saturada de neón de las discotecas; pero no, hoy no, hoy es casi como si tuvieras un acuerdo silente con ella, una promesa donde le ofreces tus movimientos pacharacos y sensualones sólo a ella. De seguro será ella quien te preguntará ni bien se ubiquen en alguna mesa si tienes ganas de bailar, en una situación normal responderías que si, pero de ahí al rato, primero hay que poner ambiente con una chelita helada ¿no? Pero insisto, hoy es un día totalmente diferente, ipso facto saltarás de tu asiento y con la mirada más absurda, mezcla de fingida bacanería y notorio nerviosismo, la acompañarás sin chistar a la pista de baile. Estando ahí, apretujados, sudorosos, sacudidos más por la turba arremolinada que los circunda que por la cadencia de la música estridente, ella se te insinuará con camuflada desfachatez, se pegará a tu cuerpo, te incitará a realizar movimientos regaetoneros con ella, a menearte como si fueras bailarín de Mc Francia, a tocarla para completar la coreografía, a dejarte guiar como si fuera la primera vez que bailas con alguien, en pocas palabras lo más probable es que te dejará con un “arrepentimiento” (término empleado para suavizar el tono cuasi ofensivo de la consabida expresión popular “arrechura”) mayor que el de Judas luego de vender a Cristo. Y de esta no te escapas, como si la niña hubiera ingerido un explosivo cocktail de Red Bull, Creatina, maca andina y Gatorade, parece incansable, si antaño cuando bailabas ocasionalmente con ella a las 3 canciones te decía que quería sentarse un momento, en esta noche (sí, hoy todo es diferente) pareciera que podría seguir bailando ininterrumpidamente hasta que cierren el local; tu cansancio pasará inadvertido, tus jadeos y tu abundante sudor no serán tomados en cuenta en lo absoluto, ella sólo quiere bailar y verte bailar para ella. Los intervalos en que podrás recuperar el aliento se darán mínimamente cuando su cuerpo le solicite asistir al baño, o cuando su sed la apremie a beber algo (a tu cuenta claro), después de ello estarás como un trompo o perinola dando vueltas por la pista de baile, de lo más contento pero vaya si estarás cansado. Es obvio que ninguno de tus amigos intuirá nada raro, cada uno andará en lo suyo, y así cuando sea hora de partir, un mensaje al celular para ubicarlos y listo todos afuera para enrumbar a sus respectivas casas, donde tendrás que acompañarla hasta su puerta, despedirla con un honestísimo gracias y el mismo desgastado abrazo a una mano con palmada en la espalda de 4 segundos, verla entrar al buen recaudo de su residencia y dar media vuelta y esperar tu taxi rogando que no te asalten (más de lo que ya te asaltaron con tanta sofisticación en toda la noche).

Pasado esto es posible que para hacerse ver más interesante se ausente del Messenger hasta el lunes, o en el caso que le envíes mensajes a su celular no te los responda (si es que responde, porque hay féminas que nunca o muy rara vez se dignan a responder los mensajes que galantemente les enviamos para desearles buenas noches o para hacerles ver que pensamos en ellas desde que nos despertamos diciéndoles buenos días). Pero pasado ese lapso vendrá la ofensiva más contundente, miradas cruzaditas, mensajes al celular, papelitos coloridos con dulzonas frases del tipo “para mi amiguito lindo, gracias por tu amistad”…”eres genial, me alegra contar contigo”…”eres más que mi amigo, eres como un angelito para mi” (nótese ahí el uso de una tentadora apertura a los límites de la amistad eres más que mi amigo…para luego dejarnos con una frase que nos frena un poco los ímpetus). Todo ello nos parecerá mágico, increíble, salido de las mismas canteras donde se gesto Narnia o el mundo de los Minimoys, entonces aflorará nuestro macho que se respeta y captado el (aparente) mensaje iniciaremos la danza del cortejo con mayor libertad de movimiento, según nosotros. La llamaremos por cualquier cosa, cualquier pretexto es bueno con tal de hacernos recordar, desde decir que olvidaste si había tarea para mañana, si tiene el e-mail de alguno de los chicos para enviarle una información, si no tiene el libro aquel que nos es vital para culminar con nuestra exposición y cosas por el estilo, como dije todo sirve para demostrar que aun existimos y en cierta forma, aunque no estoy convencido de que sea a propósito, demostrarle que resulta sernos necesaria de un modo especial, pues esas cosas tan superfluas se nos han hecho un mundo y no podríamos resolverlas sin acudir a su sacrosanta sapiencia. Esto ella lo encontrará fascinante, pues vera como cual enredadera nos va atrapando más y más, y mientras esto no le resulta aburrido seguirá dejándolo avanzar.

El siguiente paso no es de ellas, porque se limitarán a esperar que nosotros lo demos, y bien saben que lo haremos (sarta de pelotudos, me incluyo desde luego), y eso es el regalito de rigor, puede ser la huachafada más cursi que se te ocurra, como el peluchito de osito de ojos gigantescos como si tuviera una severa acromegalia ocular, la tarjeta Junot de conejitos medio deformes de tan forzada ternura, la caja de chocolates con forma de rosas, dizque para endulzarle el día, o el collar mitad fantasía mitad oro de 18 (el presupuesto puede variar y terminarás regalando joyería fina que terminará sepultada en algún recoveco de sus cajones y con suerte usará cuando acontezca alguna extraña alineación de planetas, consejo personal a todos los lectores: NUNCA REGALEN JOYAS FINAS!!!) el punto es que algo tendremos que darle para que vea que la apreciamos, ¿Y el pretexto? pues ese mismo, este…quería darte esto, ojala te guste, es para agradecerte por darme el mail del profe de contabilidad, me salvaste flaquita…Más paparulo no se puede ser, ¿Quién regala chocolates, un peluche, una tarjeta o alguna joya como agradecimiento por un e-mail? Nadie!!! Ella sabrá hasta de sobra que es una pre declaración o al menos una notable y evidente muestra de interés, de paso que a ellas les encanta que las consientan y les regalen cosas, las hace sentir unas divas, y a ver desmiéntanme si esto no es así.

Pero aquí viene lo peor, lo anterior sólo fue colocar la bala en el tambor del revólver y girarlo, ahora se viene la activación del percutor, pues cuando ella te agradezca por el regalo te ofrecerá un melosísimo besito en la mejilla y lanzará indiscriminadamente esa sonrisa picara-tierna que te volverá las piernas dos varillas de gelatina a medio cuajar. Con esto tú pensarás que el camino ha sido afirmado, la brea ha sido echada y que únicamente hace falta que llegues y coloques el pavimento que formará ese camino hacia “Enamoradalandia” y todos sus placeres, prerrogativas y ventajas. Así planificarás todo al milímetro, el día, la situación, el momento, la ropa, las frases, la mano con la que le pretendes acomodar el cabello, la respuesta que le darás cuando te pregunte si estás seguro de lo que le pides, la mejor sonrisa de ganador para cuando diga que si y una cita con el dentista un día antes de este magno acontecimiento para una limpieza oral completa a fin de brindarle el mejor y mas fresco beso de su veinteañera vida.

Entonces llega el día “D”, el momento de desembarcar tus tropas del amor con su arsenal de cariño en la inexpugnable playa de su inquietante y atractiva feminidad. Todo parece predispuesto, no llega el profesor y todos salen en los mismos grupos preestablecidos de siempre con direcciones diversas, le cortas el camino hacia las escaleras y entablas la conversación que servirá de prefacio a tu penosa declaración. Todo transcurre como en cámara lenta y por momentos flaqueas en tu determinación, pero no! estás convencido de que ella siente lo mismo, te lo ha demostrado, de no ser así te habría hecho el pare en una nomás ¿no? Así que mientras hablas y sudas como si tu ropa fuera de neopreno súper ajustada, aclaras tu garganta y te atreves a tomar su mano, ella que desde que le dijiste el primer “hola” ya sabía a lo que ibas se limita a dejarte proseguir, a dejarte avanzar en ese brumoso pantano de arenas movedizas en el que sin saberlo te acabas de meter; la miras a los ojos, le sonríes y en un émulo del Krakatoa dejas salir torpemente todo lo que en vano organizaste con tanta dedicación, te enredas, trastabillas, tartamudeas, mientras ella, disfrutando de este gratuito show digno de ser payperview, sólo te mira sin hacer el mas mínimo movimiento y lo que es peor, sin preocuparse por esconder esa sonrisa que más que ser de ternura es de gratificante autocomplacencia pues ya te hizo dar el paso en falso definitivo.

Es de esta forma que finalmente logras articular la sacrílega frase “Y bueno, lo que quiero decir es que me gustas mucho, y no se, siento que tenemos algo especial, pero me gustaría que fuera más especial aun…por eso quería saber si ¿te gustaría ser mi enamorada?”. Las ultimas dos semanas te llevan a este punto sin retorno, del cual no puedes evadirte diciendo “oye, jajaja fue una broma, ¿Cómo crees pues?”. Dicho eso te vuelves la criatura más vulnerable sobre la creación del buen Señor, y ahí es cuando ella que logró su cometido, que paso un par de semanas muy divertidas, que salió a comer, al cine y a bailar sin ningún apuro y que se sintió añorada, deseada y pretendida, ahora sonríe y te abofetea colocándose esa etiqueta que la devuelve al lugar de inalcanzable. Cuando terminas de declamar tu propia condena ella te mirará, esconderá con mucho esfuerzo la sonrisa de sus labios, mirará al suelo, soltará su mano de la tuya y con un falso tono de pena simplemente dirá “es muy lindo de tu parte, pero, este, yo si te quiero, pero no de la misma forma que tu, creo que malinterpretaste las cosas, yo te veo sólo como mi AMIGO, y es que además hay otro chico que me gusta, y no sería justo para ti que yo te diga que si gustándome otro, ¿no crees?“. Del shock y la incredulidad sólo atinarás a poner cara de pasmado, dar un par de pasitos hacia atrás, y sin decir nada asentirás con la cabeza, pero ella no contenta con el zarpazo que te acaba de dar esputa otra de las frases que se te incrustará como una Gillette oxidada en el pecho…”pero normal, podemos seguir siendo AMIGOS, tu siempre serás un AMIGO muy especial para mi, y sabes que en mi tienes una AMIGA que te ayudará en todo lo que necesites…O sea ¿Qué razón hay para destacar tanto esa supuesta gran amistad en un momento así? ¿De donde apareció ese otro sujeto que hasta el momento era prácticamente inexistente para nosotros? Lo que menos esperamos es que nos salgan con cosas como esas, preferimos el silencio y la modesta retirada, que se nos pase la decepción y bueno, si le volvemos a hablar bienvenido sea, aunque de hecho las cosas ya no serán como antes. Pero que gusto el de ellas por aparentar hasta el final que no tuvieron culpa alguna en todo el asunto, que se sienten sorprendidas y tristes de hacerle eso al chico que extrañamente siempre dijeron era el más lindo, el más tierno, el más atento, el más divertido y que haría feliz a cualquier mujer (sí, a cualquiera menos a ella ¿no?).

Que extraña situación, como puede una persona que se dice nuestra amiga obrar de esta manera tan calculadora, al punto de tumbarse a un macho americano sin perder la sonrisa ni el rimel de las pestañas. Además, ¿De dónde sale y a donde va eso de ser AMIGOS después de tan ridícula y vergonzosa situación? Como si fuera fácil, como si fuera cosa de llegar al día siguiente “holas, ¿cómo estas? Lindo vestido, me gusta tu cabello, ¿Vas a clases de Admi? ¿Qué planes para después? ¿Vas a enamorar a otro huevas para luego chotearlo? Anda! bravazo, te hago la taba si gustas””..Nunca! eso sería llevar a niveles supramoleculares nuestro apaleado orgullo. Aparte, ¿Acaso no éramos amigos ya antes y pese a ello no tuvo reparos en usarnos como se usan los pañuelitos descartables, las toallitas desmaquilladoras o sus muy femeninas (como ellas) toallitas higiénicas? ¿Qué nos garantiza una futura amistad libre de los peligros del flirteo coqueto y siniestro? Peor aun ¿No nos matará acaso la duda de saber si esta fue la primera vez que lo hacía o si por el contrario hace eso con todos sus amigos (y por ende los tuyos también)? ¿Qué tan bajo puede llegar nuestro animo con el remolino de dudas y divagaciones que se nos presentarán? Y todo por una mala mujer (que puede estar muy buena, hey! debió estarlo para ponernos así) que cuando nos ve pasar sonríe y saluda como si nada hubiera pasado.

De más esta decir que la última pregunta se responde por sí sola, ya que ellas no pueden ni podrán con su genio y es sabido que no se contentan con hacerla una vez, sino que repiten su modus operandi con distintos chicos, siempre con igual resultado. Son ellas las que nos convierten en la diana de tiro de las chapas más descabelladas, pues si antes nadie veía nada raro entre ustedes y todo parecía suceder en el absoluto secreto, una vez que se produzca el triste desenlace da por seguro que todos se enterarán, y lo más probable es que sea por boca de ella (lo hacen, creo yo, para algo así como colocarse una condecoración más, un nuevo chico al registro de conquistas, complejo Napoleónico quizá), entonces pasaremos de ser fulano o mengano al típico y re utilizado aunque imperecedero “panadero” [la amasas, la preparas, la calientas (si claro, es la parte sobredimensionada de este apodo) y al final otro llega y se la come] y otros más que al final son derivaciones de aquel.

Colegas en la masculinidad en estos tiempos donde escasean aquellas niñas virtuosas, modositas y bien portadas de antaño sólo nos queda lanzar la advertencia, pues como si se tratase de aquellos Gremlins que se reproducían con el agua, esta novo especie femenina aparece cada vez con mayor frecuencia, puede ser que su actitud se deba alguna bacteria o virus que subsista en los baños femeninos, no lo se, pero de que es contagioso, ciertamente lo es. Basta con que llegue una, sólo una a un grupo de inocentes y bien portadas señoritas para que antes de que nos demos cuenta todas se vean infectadas con el virus de la maliciosa ansia cazadora, poco a poco cada una de ellas se verá tentada a jugar a las maromas con los sentimientos de un pobre peatón masculino que la idolatrará hasta que caiga de bruces al saber la cruda realidad. Ojo, no digo que todas sean así, siempre existirán honrosas excepciones, aquellas elegidas por la naturaleza para ser inmunes a ese virus/bacteria, y que por nada jugarían así con los sinceros afectos de sus congéneres de sexo opuesto (esto es para democratizar las opiniones, pero valgan verdades, como reza el dicho, al final de cuentas todas son iguales).

El aviso está lanzado, de ahora en adelante sólo nos queda tener más cuidado con ellas, nuestras amigas. Y es que, sincerémonos…podríamos pensar que con amigas así ¿Para que necesitaríamos enemigas? Lancémoslas a una isla como la de las Amazonas y que vivan lejos donde no puedan hacer desmanes en contra del buen hombre…Pero para que nos vamos e engañar, somos hombres y siempre, pase lo que pase, nos hagan los desaires que nos hagan, como adictos en plena etapa de abstinencia, tendremos la necesidad incontenible de verlas en toda su majestuosidad (o decadencia moral, lo que no quita que sigan viéndose buenas), y es que es tal como dicen las lenguas populares…Mujeres…no puedes vivir con ellas, pero tampoco puedes vivir sin ellas…Lamentablemente.

4 comentarios:

Mel dijo...

Después de tiempo te he podido leer, ya me hacía falta un pedazo de buena literatura. Veamos, empecé no te imaginas riéndome a morir, sabes y hoy te lo dije camino al salón, con fallo en mano, que me encantan las descripciones que haces, esas en donde dan ganas de decir basta!! jeje ésas me fascinan, porque nunk digo basta!...pero wow! terminé dándote la razón, a veces eso solemos hacer las mujeres, y he pensado una posible razón...no sé quizás porque dentro de nosotras una mínima posibilidad nos indica que salgamos con tal o determinado chico, quizás quien sabe porque queremos que suceda algo con ese chico...no lo sé finalmente es una posibilidad.
Muy buen post, aunque nos das duro a las mujeres, igual mis felicidades, gustó mucho del paladar linguístico.

Fatima dijo...

muy buenoo!!
me gusto muchoo!!
y también me reí muchoo!!
jajajaja
nos diste duro, por que todas tenemos un momento así, pero igual me gustó mucho!=)

Anónimo dijo...

jajajajajajja puuxaaa muy bueno ahh!! pero tanto asi asii como q no =)... al final ud q c djan engatuzar jajajajajaja =) m he reido hasta el suelo poco faltaba pa traer mi bacin ^u^!

Edson "Lobo" Meléndez dijo...

jajaja aprovecho el agradecimiento a mi prima Ceci, para agradecerle tambien a Melisa por ser tan buena lectora y escritora, y a Fati (disculpa la confianza :P )por haber leido estas chorradas inclusive comentandolas.
Muchas gracias a las tres :)

Atte.
Beto Malatesta

Pd: sin tildes intencionalmente