sábado, 25 de septiembre de 2010

Gonzalo Alegria - La Furia de Alegria lo transforma en Hulk



No tengo palabras para describir lo acabo de ver... es quizá una de las cosas más bizarras que jamás se han dado en la política peruana... y muestra el bajísimo nivel al que se lleva la pugna electoral, donde se apuesta al circo, a la payasada y al ridículo "simpático", ignorándose las ideas, los proyectos y propuestas...

Y pensar que éste individuo, Gonzalo Alegría, es hijo de uno de los peruanos más destacados justamente por su quehacer intelectual, el gran Ciro Alegría... Y debo reconocer que cuando vi que se postulaba pensé ingenuamente... "este tipo podría ser... sí... podría ser un buen candidato"...

BIG MISTAKE!!!!!

Y como dijo mi amiga Angélica... quien hizo este guión todo mamarrachiento... debe odiarlo profundamente...

Por suerte no tengo que votar por ninguno de estos...

Dios nos libre y nos encuentre confesados...




sábado, 11 de septiembre de 2010

Paranoia Zombie


Hace ya algún tiempo confesé abiertamente que más allá de la rudeza que exudo a cada paso y de esa fortaleza temeraria que me caracteriza ante el peligro… pues me vuelvo una gelatina a medio cuajar cuando me veo frente a un abejorro o cuando siento que en el lugar en donde estoy no hay forma alguna de escapar en caso de un holocausto zombie…

Y es que es verdad… y humillante también… pero es de machos, viriles de pelo enrulado en pecho el reconocerlo…

Sobre lo primero no hay mucho problema, pues basta con cerrar bien las ventanas del lugar en que me encuentro, o en caso de estar al aire libre me basta con correr en dirección contraria a la posición del abejorro asesino. Pero en el caso de los zombies es diferente, muy diferente… porque si no eres precavido en cuanto a tu escape, podrías terminar acorralado en un callejón sin salida, servido en bandeja de plata a esa comparsa antropófaga y terrorífica…

Es por esa razón que hace ya mucho pero que mucho tiempo adquirí la costumbre casi paranoica de analizar cada lugar en el que me encuentro, intentando trazar mentalmente una ruta de evacuación inmediata en caso de que entrara por la puerta un fulano en avanzado estado de descomposición rogando entre guturales quejidos el alimentarse con mi masa encefálica…
Todo comenzó con mi casa… una mañana me levanté bien asustado porque tuve un sueño bien desagradable en el cual, a la usanza de los héroes hollywoodenses, me encontraba atrapado en una ciudad abandonada y destruida, armado con un ladrillo amarrado a un ovillo de lana de alpaca, y vestido con unos shorts playeros, una camisa manga larga a cuadros y unas sandalias de jebe… Lo sé… esto último a mi también fue lo que me asustó más… El punto es que entre los vagos recuerdos oníricos que tenía al poco de haber despertado, estaba la secuencia de la persecución multitudinaria que padecí mientras trataba infructuosamente de escapar de una heladería a la que entré con la intención de abastecerme de chispas de chocolate para mitigar el hambre…

Como aún no entraba plenamente en razón de que todo había sido un mal sueño, me asomé a la ventana para ver si esos engendros seguían ahí afuera… Ya pasados unos minutos de mi sobresaltado despertar, caí en la cuenta de que no tenía razón para preocuparme… pero no pude sacarme de la cabeza durante todo ese día la idea de mirar dos veces antes de entrar o salir de cualquier lugar… Y así fue como empezó mi odisea diaria, pues al volver a mi casa por la noche tracé un diagrama de evacuación en caso de invasión zombie que incluía un paso por la cocina para tomar una botella con agua, dos latas de atún y un cuchillo de cocina Ginsu 2000.
Desde aquél lejano día de invierno no he podido evitar el ingresar a cualquier recinto y evaluar salidas de emergencia, ventanas, ductos de ventilación, cerraduras, instrumentos de comunicación, acceso a zonas altas, resistencia de la estructura, calidad del mobiliario, existencia de utensilios para defensa y una larga lista de etcéteras… Y ay de aquél local que tenga la traza arquitectónica de una caja de fósforos sin chances de escape… no paso ahí más de 15 minutos y me invento algún pretexto para salir, y si por causas de fuerza mayor no puedo abandonar dichas instalaciones, pues aguzo el oído cual lince con esquizofrenia para captar el más mínimo quejido lastimero que pueda sonar en la calle…

Les cuento que una vez asistí a un velorio –situación que me pone tenso sobremanera por obvias razones- y ni bien entré al salón velatorio todos los vellos que recubren mi blanca dermis se escarapelaron ipso facto… era un cuarto chiquito, cubierto de mayólicas blancas tipo baño, con un único florescente medio quemado dizque alumbrando desde el centro de la habitación, sin ventanas –al menos no al alcance, sólo un pequeño ventanal del tamaño justo para que entre un gato en lo alto del techo-, sin salidas alternas más allá de la propia puerta de ingreso… para completar esa claustrofóbica imagen estaba el ataúd en medio del salón, con la tapa abierta para rendirle los respetos al difunto, rodeado de flores y esas lámparas huachafonas adornadas con angelitos rezadores que pretenden poner en lugar de cirios reales…

Les juro que no habían pasado más de 10 minutos y yo estaba sudando frío, pensaba en lo catastrófico que sería si el cadáver tieso y enformolado –si no se dice así, me da igual uds. entienden- se levantara reclamando una retribución carnosa de sus deudos… o peor… que de la calle entrara una horda de muertos vivientes y me agarraban sin chances de defenderme… Ni huevón me quedaba ahí… me despedí respetuosamente de los dolientes que me miraban partir raudo, nervioso y hasta agitado… si no fuera porque no conocía de nada al finadito estoy seguro que alguien habría pensado que por mi actitud yo tenía algo que ver con su pronta partida al otro patio…

Pero bueno… el punto es ese… hoy estaba en una conferencia sobre Bonos de carbono y mientras oía la ponencia y analizaba cada rincón buscando las formas de llegar al techo y las salidas alternativas, se me cruzó por la cabeza el postear esta breve confesión… por si acaso algún día me encuentro con alguno de ustedes en algún lugar, y me ven mirando ansiosamente las puertas, las ventanas y el techo… pues no crean que voy a poner una bomba o que estoy distraído… sólo estoy siendo precavido…

Y mientras posteo esto… miro y re miro la ventana por sobre mi hombro… no vaya a ser que me encuentren los zombies en calzoncillos frente a la computadora, posteando en el blog y viendo las actualizaciones de Orgasmatrix… ejemmm… ejemmm….

Maldita paranoia…

sábado, 4 de septiembre de 2010

Cosa de dos... pero lleva a todos tus amigos...


Hoy conversaba con un amigo sobre un dilema sentimental que se le presentaba cual interrogante de la esfinge en aquella vieja leyenda, la cual si somos gente culta en algún momento de nuestra vida habremos oído, y si somos nacos pueblerinos sin bagaje cultural, pues como no pienso decirles cual es la interrogante, ya pueden ir abandonando este blog… shu shu!...

Bueno, para la gente bien leída y de alto nivel intelectual que visita este espacio, prosigo…

Mi amigo me pidió en un principio no un consejo, sino que lo acompañara a un evento al que él quería ir con una muchachita que le ha secuestrado los sentimientos… Yo le dije que no iba a ir por dos razones, una que el evento costaba 10 soles por concepto de ingreso – o sea, fuera de cualquier consumo y los pasajes- y la otra, pues que si él quería ir en plan “conquista” no resultaba prudente la presencia de un tercero en la ecuación, ya que las mujeres son seres altamente especializados en la lectura de situaciones y si lo que él buscaba era mandar el mensaje “nena, esta noche es tu noche, oh yes”… pues al ir con un amigo el mensaje quedaría más o menos como “que linduris en salir con mis amiguitos, vayamos a sacar manzanas con la boca, a comprar algodón de azúcar y a saltar en los trampolines, siiiiiiiiiiiiii”… Tal cruce de información no sería conveniente…

Explicándole mi negativa a acompañarlo precisamente por los motivos arriba expuestos, es que nos enfrascamos en una tertulia virtual sobre las cuestiones románticas que surgen ante la dificultad de entender lo que realmente quieren las mujeres…

Yo le aconsejaba que si planea conquistarla se lance a lo macho, no hay forma más enorgullecedora de cagarla que cuando la cagaste bien, pero bien, pero recontra bieeeeeeeen… así, como diría Mariano, a lo español. Le dije que le comunicara a aquella muchachita que el iría sólo con ella, y que estando allá aproveche la situación para hacer de esa soledad una cómplice… Ya luego me dijo que por parte de ella iban a ir más personas… entonces me puse a pensar… Aguarda!...¿ella te pidió que vayas tú nada más o te dijo así en plan “vamos en mancha”?... No me sorprendió mucho saber que la invitación era extensiva a todos sus amigos, conocidos y allegados... Mala voz, le dije… y luego le transmití un conocimiento ancestral que ha pasado de hombre a hombre durante centurias y que a mí me tocó aprender por la propia experiencia y por la experiencia compartida por mis mentores más mujeriegos a lo largo de mis aún inocentes 23 años…

Las mujeres, cuando quieren ser afanadas, solitas te irán dando las herramientas para que lo hagas de la mejor manera… y si por el contrario te ven como un amigo/conocido/pata/bicho raro… pues se encargaran de que desistas de tus intentos de la forma más sutil aunque no por ello amable…

Y es que es verdad, cuando un hombre conoce a una mujer pueden suceder dos cosas en materia amorosa en torno a la primera impresión, o bien le despiertas algún interés –por mínimo que sea-, o sencillamente le pareces otro ser románticamente irrelevante en el mundo al que con el tiempo podrá llamar amigo… Si tienes suerte y los astros te son propicios, pues esa pequeña chispa de interés que le encendiste con el primer contacto, bastará para que después tengas la chance de volverla una llamarada inextinguible, si es que sabes jugar bien tus cartas y sobre todo, si es que ella te lo permite… Por otro lado, si a la musa de tus sueños no le llamaste la atención en lo absoluto como una probable pareja, pues así te desvivas en pretenderla, en llenarla de regalos, en satisfacer sus caprichos, en invitarla a salir… ella no cambiará la forma en que te ve…

Seguro por ahí saldrá algún romántico que llora cuando ve “Mujer Bonita” y casi lo internan por depresión cuando Jack se congeló rescatando a Rose del Titanic, y me dirá con toda la bilis en su ofendido corazón “¡Mentira! El amor es como una florecilla que se cultiva con el chorrito de la perseverancia y que crece con la luz de la paciencia y la amistad, se abona con los nobles sentimientos y finalmente da sus dulces frutos que serán comidos al unísono por los enamorados”…

Eh, lo siento fui al baño a vomitar… ah sí, lo que decía el tipo de arriba… bueno, no quiero ser duro, pero es mi deber informarle a quien piense así, pues que debe dejar de tomar psicotrópicos, debe guardar su DVD de “Ghost, la sombra del amor”, debe animarse a salir de su cuarto –vamos, vamos, eso que te dé un poco la luz del sol- y debe aceptar que eso que se ve afuera de su puerta se llama “realidad”, y ahora sí, vívela… Lo siento pero las cosas como son, eso de que “el que la sigue la consigue es una gran mentira”, al menos si hablamos de “seguir” a una muchacha madura, con un proyecto de vida en mente, con las cosas claras, que ya no se deja caer los calzones con el primer guaperas que pasa montado en una moto y vistiendo casaca de cuero a lo James Dean… En todo caso si la terquedad se aplica a una mocosita inexperta, soñadora, que aún cree en los príncipes azules… pues basta con que te disfraces de pitufo y la tienes hecha…

No señores, el estar detrás y detrás y detrás y detrás y detrás de una chica no va a hacer que ella se enamore de ustedes… va a hacer que los denuncie por acoso en la comisaría más cercana y que les pongan una orden de restricción para que no puedan acercarse a ella de nuevo… Y si aún con eso insistes en que “el que la sigue la consigue” pues espero que disfrutes mientras te siguen para “conseguirte” en la cárcel…

Cuando las mujeres ven en un hombre algo que les gusta, que les atrae, que les excita, pues dejarán que se lo sigas mostrando, y no recurrirán a excusas ni a pretextos para evitar un contacto más cercano contigo. Por ejemplo, si conociste a una chica y luego de que te dio su número telefónico le das una llamada, la invitas a salir y te dice que encantada, que a qué hora pasas por ella, pues puedes tener por seguro que algo en ti le ha gustado o cuando menos lo ha encontrado lo suficientemente interesante como para conocerte algo más. Si por el contrario, atiende a tu invitación con una revisión a su agenda –la cual misteriosamente está más llena que la del Papa- y te dice que en cuanto tenga un día desocupada con todo gusto, pues fregado, aquí vale el “si uno quiere algo, pues lo hace como puede”… si ella quisiera salir contigo, propondría otro día con certeza calendárica, si no hace eso es sencillamente que no le apetece departir unas 3 horas de su vida a tu lado… Lo mismo sucede cuando hay algún evento, dígase parrillada, fiesta, kermes, verbena y similares, eventos en los que confluye una multitud de personas y si la invitas a ir y te dice que sí, que pases por ella a las 2 pm., pues siéntete nuevamente un triunfador. Ahora, si ella te dice que sí, que genial, no debes festejar antes de tiempo, pues tu alegría puede empañarse en cuanto ella diga algo como “voy a avisarles a mis amigas para ir en grupo, y sería chévere que le pases la voz a los chicos también, así la pasamos mostro”… eso te indica sin lugar a dudas que no es su intención ir a solas contigo, pues aun sabiendo que al llegar se encontrarán con mucha gente, con amigos y conocidos que finalmente harán grupo, pues ella prefiere ir a lo seguro y salir de casa con la manchita ya formada y la buena amiga puesta en medio de ustedes dos, son precavidas, eso hay que reconocerlo…

En fin, que si una chica quiere ser conquistada tu sólo deberás saber seguir sus indicaciones sin meter la pata, cosa que para nosotros, los hombres, igual sigue siendo algo complicado, pero a las finales resulta bien. Y lo mismo sucede para el caso opuesto, pues si ella está cerrada en sus trece, y no quiere ninguna vinculación romántica contigo, lo mejor es no gastar tiempo, dinero ni energía en forzarla a mirarte con ojos de Julieta ante su Romeo, y toma un último consejo, mejor guardas todo eso para cuando conozcas a una chica a la que sí le guste la idea de que seas su noble pretendiente, y si todo va bien, su dulce amorcito…

Ah, y nunca está de más el darle una chequeadita, al menos por curiosidad al horóscopo… no sea que te diga algo como “Tauro, cambiaras el concepto que tenías de quien te interesa. Esta será una lección importante para no idealizar tanto en el amor. Procura salir este fin de semana, te relajaras y pensaras mejor”…

Damm you Walter Mercado… Damm you…