L´amour… tan dulce como un bacalao en salsa de ostras y cebolla… tan suave como un adoquín de acero templado, repujado con enchapes de titanio… tan terso como la faz rocosa y granítica de los farallones costeros… tan sincero como un político mitómano en plena campaña proselitista… tan duradero como el orgasmo de un conspicuo eyaculador precoz… Ay el amor, el amor…
Todos nos hemos enamorado alguna vez, con mejor o peor suerte que otros, pero nadie ha escapado de contraer la “babositis filiativa”. Algunos la contraen con la suerte de generar ciertos anticuerpos y pueden salvarse a tiempo antes de entrar (como otros caídos en desgracia) en la fase terminal, esa en la que ni con los mejores retrovirales, o el más osado trasplante de médula, hígado, riñones, pulmones, estómago, vejiga, laringe, tráquea, intestinos, espina dorsal, cerebro, córneas, o corazón, te pueden salvar…
Yo soy un sobreviviente al cáncer amatorio (eso sonó a rehabilitado de las drogas, aunque cierto parecido tiene) más agresivo, pasante de las salas de urgencia de los pronósticos menos alentadores, vencedor de la tribulación del desahucio, etc., etc., etc. Yo alguna vez estuve enamorado, y lo admito, en demasía.
Para no hacer largo el cuento (gracias Ema por acomplejarme ¬¬ ) diré que la cosa no fue buena. Realmente fue una bosta vomitiva y comparable en sensaciones con la picadura de un escorpión, luego de la mordedura de una cobra, sobre una herida de bala, justo arriba de una amputación, después de una golpiza, una vez que te han sacado de un barril con aceite hirviendo; más o menos. Hubieron muchas situaciones tan cómodas como el dormir sobre un colchón rellenado con vidrios rotos y navajas de afeitar, un exceso de incomprensión, un menosprecio imperante, una buena dosis de vergüenza y rechazo hacia mí persona y obvio, mucho de amor no recíproco. Pero hey!, no piensen que todo era así, tan malo como parece, no, no… también habían días (un 71,4% de cada semana) en los que no nos veíamos :).
El punto es que todo esto sólo sirvió para fortalecer, entre muchas otras cosas, mi desencanto por la raza humana (algo que venía de bastante tiempo atrás y que terminó por afianzarse con mi aventura amorosa). No es que me haya vuelto misógino, ni que me pretenda recluir en una ermita en lo profundo del bosque (hasta allá no llega el cable y mucho menos la señal del internet T_T), sencillamente he aprendido a no confiar en mi propia especie, como lo hacía antes. Ciertamente no terminaré viviendo como un viejo amargado sentado en su mecedora, vigilando su jardín escopeta en mano, es probable que en unos años (o menos, uno nunca sabe, o como dice Bunbury [coloquen aquí unos brillitos y unos corazones creciendo y saliendo de mis ojos mientras sonrío con cara de idiota] quien encontró el amor pues no lo buscaba tanto) alguien aparezca y me haga retractarme de mi presente convicción de soltería. Alguien que me acepte con toda la insania mental que a mi tanta dicha me ha dado (me ahorro un buen en alucinógenos), y que no tenga vergüenza de que la vean conmigo, que quiera sinceramente y que ni por asomo se le ocurra tratarme como al pañuelo descartable de un acatarrado.
Pero de momento he optado por la sabia decisión de no pretender entablar una relación, por razones de que ciertamente no me hace falta, no me provoca, no hay nadie que despierte florales emociones en lo hondo de mi pecho con sólo pensar en los destellos celestes que manan de sus pupilas cuando pinta sus labios rosados con una sonrisa tierna que encandile mis sueños más brumosos(me leo a mí mismo, siento agruras por esta frase tan cursi, voy al baño y vomito, regreso, la leo de nuevo, vuelvo a vomitar, regreso, mejor ya no la leo y sigo escribiendo)… y sobre todo porque no creo que en este preciso momento exista (al menos entre los que conozco) esa chica que quiera lidiar con mi reflotada ideología (de la cual hablaré en algún otro post, si así lo amerita el tema [sugerencia para Hellville de Blog…ejemmm…ejemmm]), con mis planes a futuro, con mis gustos y mucho menos conmigo mismo (a mí me cuesta…imagínense a otro humano intentándolo, pero supongo que alguna habrá, ¿no?… ¿hola?… ¿alguien? … T_T).
Eso sí, que quede claro que yo no reniego del amor por sí mismo, sólo caigo en cuenta de la frugalidad con que las personas tratan el tema. Es que es inevitable el notar que cada día l´amour es más un hobby para tener algo que hacer en tus ratos de ocio, que la franca y plena entrega en la que otrora yo creía y cojudamente profesaba. Pero bueno, así pintan las cosas y como quien dice, pues qué le vamos a hacer, las etapas pubertas de posiciones revolucionarias que buscan cambiar el mundo ya quedaron bien atrás. Además, debo admitir que yo mismo hice una jugada de estas a una persona muy especial y que a todas luces no se lo merecía (momento desde el cual comencé a pensar en desertar de mi raza, cosa que al día de hoy sigo intentado…¿alguien dijo Lobo, mencionó mis garras o habló de mis colmillos? …ejemmm…ejemmm). La cosa es que el amor si bien deja momentos de inolvidable felicidad (se supone) también te puede dejar golpes tan duros como una patada en los huevos de parte de Ronaldinho, tomando vuelo desde media cancha y usando una cómoda bota de minero (lo de “te puede” es pura cortesía, todos sabemos que eso pasará sí o sí).
En fin, cabría aquí como reflexión final (en relación al tema) decir que ahora sí, no lo vuelvo a hacer, no me volveré a enamorar, no amaré a nadie nunca más, que el amor es una caca envuelta en papel aluminio, que es una flema vituperada por un tuberculoso, que es lo peor y que ojalá se acabe el mundo y demás pendejadas propias de los despechados con tendencias emo y sodomitas, aficionados al pokémon y coleccionar pelusas de ombligo… Pero noooo… Lo que cabe, y perfectamente, es decir que ahora sí jamás vuelvo a esperar hasta la última hora para escribir un post que me encarguen… Palabrita de explorador*…
*Nota al pie: Yo nunca fui explorador…
Todos nos hemos enamorado alguna vez, con mejor o peor suerte que otros, pero nadie ha escapado de contraer la “babositis filiativa”. Algunos la contraen con la suerte de generar ciertos anticuerpos y pueden salvarse a tiempo antes de entrar (como otros caídos en desgracia) en la fase terminal, esa en la que ni con los mejores retrovirales, o el más osado trasplante de médula, hígado, riñones, pulmones, estómago, vejiga, laringe, tráquea, intestinos, espina dorsal, cerebro, córneas, o corazón, te pueden salvar…
Yo soy un sobreviviente al cáncer amatorio (eso sonó a rehabilitado de las drogas, aunque cierto parecido tiene) más agresivo, pasante de las salas de urgencia de los pronósticos menos alentadores, vencedor de la tribulación del desahucio, etc., etc., etc. Yo alguna vez estuve enamorado, y lo admito, en demasía.
Para no hacer largo el cuento (gracias Ema por acomplejarme ¬¬ ) diré que la cosa no fue buena. Realmente fue una bosta vomitiva y comparable en sensaciones con la picadura de un escorpión, luego de la mordedura de una cobra, sobre una herida de bala, justo arriba de una amputación, después de una golpiza, una vez que te han sacado de un barril con aceite hirviendo; más o menos. Hubieron muchas situaciones tan cómodas como el dormir sobre un colchón rellenado con vidrios rotos y navajas de afeitar, un exceso de incomprensión, un menosprecio imperante, una buena dosis de vergüenza y rechazo hacia mí persona y obvio, mucho de amor no recíproco. Pero hey!, no piensen que todo era así, tan malo como parece, no, no… también habían días (un 71,4% de cada semana) en los que no nos veíamos :).
El punto es que todo esto sólo sirvió para fortalecer, entre muchas otras cosas, mi desencanto por la raza humana (algo que venía de bastante tiempo atrás y que terminó por afianzarse con mi aventura amorosa). No es que me haya vuelto misógino, ni que me pretenda recluir en una ermita en lo profundo del bosque (hasta allá no llega el cable y mucho menos la señal del internet T_T), sencillamente he aprendido a no confiar en mi propia especie, como lo hacía antes. Ciertamente no terminaré viviendo como un viejo amargado sentado en su mecedora, vigilando su jardín escopeta en mano, es probable que en unos años (o menos, uno nunca sabe, o como dice Bunbury [coloquen aquí unos brillitos y unos corazones creciendo y saliendo de mis ojos mientras sonrío con cara de idiota] quien encontró el amor pues no lo buscaba tanto) alguien aparezca y me haga retractarme de mi presente convicción de soltería. Alguien que me acepte con toda la insania mental que a mi tanta dicha me ha dado (me ahorro un buen en alucinógenos), y que no tenga vergüenza de que la vean conmigo, que quiera sinceramente y que ni por asomo se le ocurra tratarme como al pañuelo descartable de un acatarrado.
Pero de momento he optado por la sabia decisión de no pretender entablar una relación, por razones de que ciertamente no me hace falta, no me provoca, no hay nadie que despierte florales emociones en lo hondo de mi pecho con sólo pensar en los destellos celestes que manan de sus pupilas cuando pinta sus labios rosados con una sonrisa tierna que encandile mis sueños más brumosos(me leo a mí mismo, siento agruras por esta frase tan cursi, voy al baño y vomito, regreso, la leo de nuevo, vuelvo a vomitar, regreso, mejor ya no la leo y sigo escribiendo)… y sobre todo porque no creo que en este preciso momento exista (al menos entre los que conozco) esa chica que quiera lidiar con mi reflotada ideología (de la cual hablaré en algún otro post, si así lo amerita el tema [sugerencia para Hellville de Blog…ejemmm…ejemmm]), con mis planes a futuro, con mis gustos y mucho menos conmigo mismo (a mí me cuesta…imagínense a otro humano intentándolo, pero supongo que alguna habrá, ¿no?… ¿hola?… ¿alguien? … T_T).
Eso sí, que quede claro que yo no reniego del amor por sí mismo, sólo caigo en cuenta de la frugalidad con que las personas tratan el tema. Es que es inevitable el notar que cada día l´amour es más un hobby para tener algo que hacer en tus ratos de ocio, que la franca y plena entrega en la que otrora yo creía y cojudamente profesaba. Pero bueno, así pintan las cosas y como quien dice, pues qué le vamos a hacer, las etapas pubertas de posiciones revolucionarias que buscan cambiar el mundo ya quedaron bien atrás. Además, debo admitir que yo mismo hice una jugada de estas a una persona muy especial y que a todas luces no se lo merecía (momento desde el cual comencé a pensar en desertar de mi raza, cosa que al día de hoy sigo intentado…¿alguien dijo Lobo, mencionó mis garras o habló de mis colmillos? …ejemmm…ejemmm). La cosa es que el amor si bien deja momentos de inolvidable felicidad (se supone) también te puede dejar golpes tan duros como una patada en los huevos de parte de Ronaldinho, tomando vuelo desde media cancha y usando una cómoda bota de minero (lo de “te puede” es pura cortesía, todos sabemos que eso pasará sí o sí).
En fin, cabría aquí como reflexión final (en relación al tema) decir que ahora sí, no lo vuelvo a hacer, no me volveré a enamorar, no amaré a nadie nunca más, que el amor es una caca envuelta en papel aluminio, que es una flema vituperada por un tuberculoso, que es lo peor y que ojalá se acabe el mundo y demás pendejadas propias de los despechados con tendencias emo y sodomitas, aficionados al pokémon y coleccionar pelusas de ombligo… Pero noooo… Lo que cabe, y perfectamente, es decir que ahora sí jamás vuelvo a esperar hasta la última hora para escribir un post que me encarguen… Palabrita de explorador*…
*Nota al pie: Yo nunca fui explorador…
2 comentarios:
PELUSAS DE OMBLIGO XP NUNCA HABIA ESCUCHADO ESO O SOY IGNORANTE? SERA LA MUGRE Q TU DEDO NO ALCANZA Y SE FORMAN PELUSAS DE OMBLIGO?
Eso mismo xD... aunque se presenta en una amplia gama de variedades, que trare a fondo en algun post...quiza xD...el tema francamente no me entusiasma xD...
pero gracias por comentar...
Atte.
Betto Malatesta.
Pd: Sin tildes, sin pelusas en mi ombliguito :B
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