lunes, 31 de mayo de 2010

Extrañaba tenerte lejos...


No le encuentro sentido a la razón y a la lógica de tus negativas, y pienso que debe ser la falta de carácter que escudas en tu voz levantada. Ahí afuera el ruido de la calle se ha quedado mudo, o quizá yo me estoy quedando sorda, sorda de tanto oírte vociferar como si en una gresca tumultuosa estuviéramos. Vuelves a decir que no, y nuevamente lanzas tus argumentos con furibunda intelectualidad, me estresas, ¿sabes? Lo sabes perfectamente pero no puedes evitar hacerlo, es tu naturaleza…

Prefiero callarme, no por pusilánime ni pseudo diplomática, lo hago porque no me provoca enfrascarme en esas eternas disputas sobre la razón de cada quien. Eso te irrita, sin duda, pero me vale, al final haga lo haga te irritas así que lo mejor es que me marche, quizá hasta que te relajes un poco, quizá hasta que a mí volverte a ver me provoque…

Una partecita de mi, inquieta, piensa que tal vez intentes detenerme, pero ya estoy más allá del largo de tus brazos. Intento ver qué haces por el reflejo difuso de tu silueta en una de las ventanas, y apenas te limitas a sentarte. Aquí afuera no hace tanto frío como dentro de tu mirada, y mucho menos hay tempestades como en tu forma de ser…

Vale la pena que sienta todo esto si en un día o dos volverás a sonreír, dirás todo anda bien, pedirás perdón por compromiso y por compromiso continuaremos comprometidos en mantener ¿esto?...

Tienes razón… no lo vales vale, pero aún así ambos lo haremos…

Es verdad que la costumbre es más fuerte que el… mmmm…

Ojalá y pudiera completar esa frase…

Buenas noches.




viernes, 28 de mayo de 2010

STAS WEON - Episodio VII



Hace mucho tiempo en una galaxia muy muy lejana, dos vagabundos instruidos en las artes místicas de la fuerza shinobi se unieron a dos forajidos que contrabandeaban hoja de coca para el matesito, finalmente su grupo se completó con un androide a bateria...

Ahora juntos se enfrentan a las legiones del mal, del mal gusto musical...

Hoy aunque el Imperio de la música chabacana los busca, si alguien tiene un problema, necesita ayuda y puede localizarlos, tal vez pueda contratar a Los Magníficos... ah bueno... y si no los encuentran... aquí está Láudano...

A huevoooooooooooooo!!!!!



jueves, 27 de mayo de 2010

Como la cerveza, se comparte...



Cuando conocí a Jacquelín me pareció una chica súper interesante, obvio que en el buen sentido de la palabra. Era aficionada al cine independiente, a leer novelas en inglés, y ostentaba una ideología política que esperarías encontrar en algún abogado o en un economista ya entrado en años. No le gustaba la comida rápida, o-d-i-a-b-a las hamburguesas sin importar donde las comprasen, pero se volvía loca por las pasas con maní. Sus diversiones eran sumamente simples, solía prenderse un cigarrillo mentolado mientras masticaba unos Halls, se recostaba en la vereda frente a su casa y cantaba bajito alguna canción de Joaquín Sabina. Interesante muchacha, en verdad.

Hicimos amistad porque una de esas coincidencias que se dan en la vida universitaria nos metió en la comisión de diseño de programa para la ceremonia de aniversario de la universidad. Éramos un grupo variopinto, cada cual con sus peculiaridades pero vaya si “Jacques”, como detestaba que yo le dijera, sabía destacarse. Mientras discutíamos sobre la inclusión de un número musical –reggaetoon por si lo preguntan- nos enfrascamos en una pugna entre la calidad de la velada frente a darle a la masa lo que la masa pide. “Jaques”, Walter y yo nos oponíamos a meter en el show a un grupete de muchachitas contorneándose arrítmicamente al son de un centroamericano con nombre de computadora gringa; por otro lado Claudia, Esteban, Richi y Maripaz defendían esa “expresión artística” amparándose en su aceptación popular. Gracias a esa discusión –en la que compartimos la desilusión de ceder ante la democracia que favorece a las mayorías- surgió una especial afinidad entre los dos, afinidad que esperaba se mantuviera por largo tiempo…

Faltando apenas una semana para la ceremonia de aniversario, y habiendo pasado todas las revisiones de parte de los profesores organizadores, nos animamos a darnos un relax –bastante merecido- y decidimos salir en grupo a un pub a beber algo, reírnos de los números que habíamos tenido que bancarnos durante casi dos meses y en fin, juerguear un rato como Dios debería haber mandado por escrito y fedateado.

Yo asistí solo pues de momento no gozaba de una compañía femenina estable, los demás muchachos llegaron tan solos como yo, pero mientras apurábamos la primera ronda de cervezas llegó Jacquelín. La llamamos con las manos alzadas y personalmente con un entusiasmo avivado pues sin duda haría interesante la cháchara que teníamos por delante, pero de pronto advertí que caminaba con un brazo tendido hacia atrás, ingenuamente pensé que traía un regalo para alguno de nosotros –en mi cabeza para mí- pero al acercarse más pude ver que el regalo era en realidad un tipo de aproximadamente 33 años, barba y cabellos largos, pinta de carpintero y con unas ojeras bastante pronunciadas. Todos les dimos la bienvenida con mucha gentileza, pero yo estaba intrigado, habíamos pasado juntos casi 3 meses y en ningún momento mencionó que tuviera novio o siquiera que salía con alguien. Pensé que quizá era algo reciente pero el gesto de ir tomados de la mano evidenciaba un tiempo mayor, sobre todo con una chica como ella. Nos lo presentó simplemente como Jhony, sin adjetivos adicionales ni sustantivos comprometedores, así que decidí no tomarle mayor interés al asunto y asumir que no tenía obligación de contarle nada a nadie si no lo quería, y despejándome me dediqué a beber, fumar y reír.

Avanzaba la madrugada y comenzaron a retirarse algunos de los muchachos hasta que finalmente quedamos Walter, Maripaz, Jacqui, Jhony y yo. No me extrañaba que Walter se quedara pues eran evidentes las ganas que le tenía a Maripaz, por su lado Jacqui no conocía horarios restringidos ni toques de queda y supuse que alguien de la edad de Jhony tampoco, yo me quedé por las puras ganas de ser el último en irme. Cerca de las 3:15 am Jacqui se dispensó con Jhony y me pidió que la acompañara a comprar más cigarros, obviamente accedí. Salimos del pub y mi reacción natural fue meter mi mano al bolsillo para buscar algo de dinero, en ese estado de semi indefensión fuí abordado abruptamente por los labios rojos, ahumados y alcoholizados de “Jacques”. Sin atinar a nada, con mi única mano libre, y temiendo por mi integridad si es que Jhony lograba ver lo que pasaba a sólo unos metros de él, la tome por el hombro y la aparté caballerosamente, no se me ocurrió preguntarle sus razones para besarme, ni tampoco pensé reclamarle su falta de fidelidad a un desconocido mío, sólo sonreí y le dije: “a la próxima no traigas compañía y el beso va completo”… Ella de hecho supo por qué lo decía y haciendo una mueca me tomó por la manga de mi casaca y llevándome a un lado me dijo con todo desparpajo que Jhony era un chico que conocía hace tiempo y con el que tenía una relación de tipo free, así que no había líos porque el también salía con otras chicas, y remató con un “lo nuestro es sólo tirar cuando alguno tiene ganas”…

Sobra decir que me quedé sin una respuesta ingeniosa, vamos, me quedé sin poder decir ni siquiera una huevada. Por mi cabeza pasaba la idea de no interrumpir su free relationship y mandarme a completar ese beso, pero a la vez no quería ser sólo un agarre de fin de semana en el historial de nadie –joder, yo prefiero ser el dueño del historial y añadirle nombres-. Le dije que respetaba sus ideas y su modo de ver las cosas, pero que también la respetaba a ella y que no quería sobreexponer nuestra amistad, ni dejar una mala primera impresión en Jhony –mentira! me daba igual lo que pensara el tipo pero debía prevenir cualquier posible confrontación- así que sacando finalmente 2 soles de mi bolsillo me dispuse a comprar 5 cigarrillos. Estaba a punto de hacerlo cuando vi a Walter cruzar la puerta del local con una notoria incomodidad, para mis adentros pensé que había intentado lanzarse con Maripaz y que recibió una negativa, por lo que huía herido en su orgullo, pero sólo pude especular pues mientras me acercaba a él, paró un taxi y se fue dejándonos ahí.

Jacqui que también vio la escena pensó lo mismo que yo, así que convenimos en entrar a ver qué había pasado. No bien dimos unos 5 pasos dentro del pub nos solidarizamos con el buen Walter… Adelante, un larguibarbudo Jhony entrelazaba su lengua con una embebida Maripaz, y yo preocupado de que me viera recibiendo un inocente besito de parte de Jacqui. Decidimos no interrumpir su ósculo frenético y dando media vuelta nos fuimos. Dos cuadras más allá me animé a que fuéramos ambos un nombre más de nuestras listas y cuando se lo iba a decir, se me adelantó… pero sólo para informarme que debíamos volver porque Jhony tenía sus llaves… Regresamos y en la mera puerta Jacqui se despidió de mi con un amigable roce de mejillas que hace las veces de un beso, no le pregunté si quería que la espere o que la acompañe a su casa, sólo le levanté las cejas y me subí en el primer taxi que encontré.

Ahí dejé esa noche, en el pub donde se quedaron Jhony, Maripaz y Jacquelín haciendo quién sabe qué… seguir tomando posiblemente…o un trio quizá… suerte del melenudo, lo sigo creyendo… Estar sin complicaciones con quién le place, pero con la certeza de tener a una chica tan interesante como “Jacques” a una llamada de distancia…

Lástima que a mí los trios y cuartetos sólo me gustan para la música…



Mea culpa, my child... me culpa


Lamento haber desatendido este blog durante taaaaaaaaaaaaaaaaaaaanto tiempo... u_u

La verdad ha estado sumamente ocupado los últimos 3 meses y aunque sigo igualmente ocupado por una semana más, he decidido firmemente -y aunque ya nadie caiga por aquí ni de casualidad- el volver a postear con habitualidad...ya tengo varias cosas que hace tiempo queria escribir así que ya vendrán...

Bueno eso era todo... microaviso a la colectividad.

Gracias