Música recomendada para acompañar la lectura de este post.
Tu vida es sólo la suma de dos medias vidas que pretenden parecer completas, eres como un híbrido compuesto de retazos hipócritas y maledicentes. Eres sólo dos mentiras que se cuentan al mismo tiempo y a distintos incautos, a los que crees controlar, dominar, pisotear, eres el embuste doblemente hiriente, doblemente doble. Muestras a tu conveniencia la faceta que más te acomode, la que más te sirva, la que más te plazca mostrar…dulzura, ternura, inocencia, amor, sinceridad… todo es útil para que tu falsedad se filtre entre los anaqueles sistólicos de la credulidad. Y tan a prisa como cambian del blancor a la negra ceniza las cartas quemadas, cambias tu disfraz y te aprestas a desollar al que más cerca de ti ha estado. Con pasmosa crueldad, no reparas ni un segundo en atacar a traición, con alevosía y franca ventaja, a quien se desprendió de su propia carne para enfrentarse contra tus demonios.
No concibo aun del todo, la forma en que tan fácilmente cambiabas el color de tu mirada pretendida, del verde al negro más profundo. No consigo entender qué placer se escondía en esbozar palabras, historias y caricias a escondidas, para luego negarlas como si fueran atroces crímenes. ¿Es acaso que tu farsa no contaba con este bufón para su acto quinto? Pero recuerdo que siempre fue lo mismo, siempre fue igual. Haciendo que los ojos que nos acompañaban nunca vieran más de lo que tu control enfermizo permitía, me alimentabas de las migajas de tu atención, nunca tantas como para mitigar del todo el hambre de mi boca, pero lo necesario como para evitar que muriera la flama que otrora ardió en tus palmas. De brazos para afuera mutabas completa, te desprendías del falso amor que me redactabas entre líneas borrosas, renegabas de cualquier afecto hacia mí, clamabas tu amor por otros de tu pasado y futuro, destruías la pobre imagen de este infeliz a costa de falacias bien vestidas, todo con tal de salvar tu propia piel. ¿Vergüenza? ¿De mi?... Lo pregunte… lo negaste, con hipocresía también.
Es difícil asimilar que te mientan con desparpajo a la cara, que te arrojen mentiras tan disciplinadas, cuya única misión es la de crear en ti la idea de un cariño inexistente. Que te abracen sin culpa, cuando no lo sienten, que te regateen el tiempo juntos, bajo la justificación de obligaciones pendientes, cuando ese tiempo le abunda, le desborda los bolsillos, pero nunca gasta en ti, que mezquinen la cuota espontánea de afecto, que dijeras te amo cuando ya habías abandonado. No logro aceptar que en la precariedad de un sentimiento se encandilen frases amatorias que se descuelgan entre llamadas de madrugada, pero que trocan en distanciamientos inexplicables, pero impuestos, cuando la luz del sol baña las plazas. ¿Cuánto sobrevive una mentira fermentándose en una boca impronunciable, si esa boca es la que no resistes besar? Tu mentira alcanzó a mi ingenuidad y la acribilló con su propia fuerza de creerte, aunque en el fondo del charco que amolda es silueta se respiraba el hedor de lo falso.
Hoy asimilé más de tus mentiras, más de toda la farsa circense que tendiste sobre lo que yo creí real, sobre lo que yo amé como real. Hoy leí los sonidos pesados de las confesiones que refluyen con el etanol, hoy mi bendita ingenuidad se prostituyó entre la narración de todo cuanto fuiste capaz de hacer. No soy perfecto, pero sí sincero, tú querías parecer perfecta, aunque tuvieras que mentir tanto para ello, sin que te importe el azote que lanzabas a mis espaldas con cada escupitajo que vertías para limpiar las máculas que eran para ti mis imbéciles ojos negros enamorados. No voy a entender jamás por qué mentiste tanto, por qué no tuviste en cuenta las cicatrices que imprimías indelebles en mi frente. Y aun así me acusaste de acusarte por ser mala, cuando no has hecho más que jugar al escorpión oculto en la arena, que sólo aparecía para inocular su veneno a la mano que se tendía frente a ti.
Hoy no entiendo las razones, y no las entenderé aunque reencarne mil centurias, porque nunca hallaré explicación al desdoblamiento sentimental que he presenciado entre la desidia de tu apático abrazo. No voy a llorar, ni a lamentarme, ni reclamar siquiera una justa explicación, pero hoy, con las yagas en carne viva como quemaduras del milésimo grado, quiero sacar de mi las esquirlas de tus mentiras. Hoy me purgo el alma y remojo mi culpa en la salmuera de una calma conspicua, el sufrimiento no se avizora en mis costas, jamás regresará el vapor de la confianza y el afecto que me ligaba al personaje que representabas ante mí. Me preguntaste si creía que todo había sido falso, en más de una ocasión…hoy no me equivoco si digo sí…pero ese sí duele, como duelen las ruinas después de los bombardeos…y es mejor pensar que nunca te llegaste a pasar por aquí, que nunca viniste, y que por suerte nunca tendré la oportunidad de conocerte. Mucho gusto, mi nombre nunca ha sido Beto Malatesta.
No concibo aun del todo, la forma en que tan fácilmente cambiabas el color de tu mirada pretendida, del verde al negro más profundo. No consigo entender qué placer se escondía en esbozar palabras, historias y caricias a escondidas, para luego negarlas como si fueran atroces crímenes. ¿Es acaso que tu farsa no contaba con este bufón para su acto quinto? Pero recuerdo que siempre fue lo mismo, siempre fue igual. Haciendo que los ojos que nos acompañaban nunca vieran más de lo que tu control enfermizo permitía, me alimentabas de las migajas de tu atención, nunca tantas como para mitigar del todo el hambre de mi boca, pero lo necesario como para evitar que muriera la flama que otrora ardió en tus palmas. De brazos para afuera mutabas completa, te desprendías del falso amor que me redactabas entre líneas borrosas, renegabas de cualquier afecto hacia mí, clamabas tu amor por otros de tu pasado y futuro, destruías la pobre imagen de este infeliz a costa de falacias bien vestidas, todo con tal de salvar tu propia piel. ¿Vergüenza? ¿De mi?... Lo pregunte… lo negaste, con hipocresía también.
Es difícil asimilar que te mientan con desparpajo a la cara, que te arrojen mentiras tan disciplinadas, cuya única misión es la de crear en ti la idea de un cariño inexistente. Que te abracen sin culpa, cuando no lo sienten, que te regateen el tiempo juntos, bajo la justificación de obligaciones pendientes, cuando ese tiempo le abunda, le desborda los bolsillos, pero nunca gasta en ti, que mezquinen la cuota espontánea de afecto, que dijeras te amo cuando ya habías abandonado. No logro aceptar que en la precariedad de un sentimiento se encandilen frases amatorias que se descuelgan entre llamadas de madrugada, pero que trocan en distanciamientos inexplicables, pero impuestos, cuando la luz del sol baña las plazas. ¿Cuánto sobrevive una mentira fermentándose en una boca impronunciable, si esa boca es la que no resistes besar? Tu mentira alcanzó a mi ingenuidad y la acribilló con su propia fuerza de creerte, aunque en el fondo del charco que amolda es silueta se respiraba el hedor de lo falso.
Hoy asimilé más de tus mentiras, más de toda la farsa circense que tendiste sobre lo que yo creí real, sobre lo que yo amé como real. Hoy leí los sonidos pesados de las confesiones que refluyen con el etanol, hoy mi bendita ingenuidad se prostituyó entre la narración de todo cuanto fuiste capaz de hacer. No soy perfecto, pero sí sincero, tú querías parecer perfecta, aunque tuvieras que mentir tanto para ello, sin que te importe el azote que lanzabas a mis espaldas con cada escupitajo que vertías para limpiar las máculas que eran para ti mis imbéciles ojos negros enamorados. No voy a entender jamás por qué mentiste tanto, por qué no tuviste en cuenta las cicatrices que imprimías indelebles en mi frente. Y aun así me acusaste de acusarte por ser mala, cuando no has hecho más que jugar al escorpión oculto en la arena, que sólo aparecía para inocular su veneno a la mano que se tendía frente a ti.
Hoy no entiendo las razones, y no las entenderé aunque reencarne mil centurias, porque nunca hallaré explicación al desdoblamiento sentimental que he presenciado entre la desidia de tu apático abrazo. No voy a llorar, ni a lamentarme, ni reclamar siquiera una justa explicación, pero hoy, con las yagas en carne viva como quemaduras del milésimo grado, quiero sacar de mi las esquirlas de tus mentiras. Hoy me purgo el alma y remojo mi culpa en la salmuera de una calma conspicua, el sufrimiento no se avizora en mis costas, jamás regresará el vapor de la confianza y el afecto que me ligaba al personaje que representabas ante mí. Me preguntaste si creía que todo había sido falso, en más de una ocasión…hoy no me equivoco si digo sí…pero ese sí duele, como duelen las ruinas después de los bombardeos…y es mejor pensar que nunca te llegaste a pasar por aquí, que nunca viniste, y que por suerte nunca tendré la oportunidad de conocerte. Mucho gusto, mi nombre nunca ha sido Beto Malatesta.
7 comentarios:
Pero dime, ¿no todos somos la suma de esos pedazos?
En un sentido si...pero al parecer no entendiste el sentido en que se ha manifestado en esta ocasion...
Una doble vida... donde por un lado profesaban un amor incondicional...y por el otro te negaban al punto de destruirte publicamente, con el solo afan de salvar su imagen de santa y pura...
A eso me refiero... Huracan, a la capacidad abrumadora de ser y no ser al mismo tiempo...de mentir con la facilidad homicida del que gira el puñal ya enterrado en el pecho...
Quiza nunca te ha tocado pasar por algo parecido...espero que no...es algo terrible... sumamente doloroso...
Decía Hesse en boca de Sinclair: "Tan solo intentaba vivir aquello que tendía a brotar espontáneamente de mi, ¿Por que habría de serme tan difícil?" Buena pregunta, que como todas las de su especie, nunca tienen una buena respuesta.
Y después, de nuevo, pero ahora en boca de Demian, nos hablaba sobre la esencia de Abraxas, sobre la semilla de destrucción que todos llevamos dentro, de la inseparable dualidad que futilmente tratamos de ignorar, como si se pudiera supeditar una parte de nuestra naturaleza primal y básica en beneficio de una burbuja irreal y aun mas peligrosa. ¿Porque negar esa dualidad? "¿Porque no he de ofrecerte mi destrucción si es lo único que puedo darte?"
Eva (Ni Armanda, en tal caso) no existe -o así prefiero entenderlo-, nadie va a venir a recoger los pedazos de ese mundo destrozado, nada me gustaría mas, pero no es así.
A veces desearía creerle a Jung y justificarme con un arquetipo, pero no puedo, me gana Stendhal y su descripción odiosamente familiar de lo execrable que puedo ver en mí. Y Dostoievski se carcajea en mi cara y hace que sienta mi culpa risible y paupérrima.
Malditos muertos, diciéndonos desde sus amarillentas y encuadernadas tumbas todo lo que no queremos decirnos a nosotros mismos.
Y desde aquí, te pregunto ¿Por que habría de serte tan difícil?
Aceptado el coloquio, bienvenido sea :D
En primer lugar, es dificil porque, apartando los axiomas reverberantes de cuanto filosofo, librepensador, trovador, literato y afines, se pueda citar, el escudriñar la mente humana es per se una tarea dificil. Y sobre esa dificultad, me cuesta aun mas el entender que una persona trascienda lo comprensible (no por ello justificable) de escudar un acto en una mentira, o valerse de ella para conseguir algo; para lindar con lo psicopatologico de la mitomania propia de una persona con doble personalidad. Es para mi algo que raya en un patologia a todas luces, porque no hay normalidad en actuar de modos antipodales, con la misma persona y en el mismo lapso de tiempo. Decirle el lunes por la mañana que lo amas, al medio dia que es tu vida, en la tarde ignorarlo totalmente, y por la noche negar cualquier sentimiento hacia el y por si fuera poco azorar a sus amigos diciendo que es un acosador, un obsesivo, un enfermo que no deja respiros a la tranquilidad ni permite que sea feliz... Me explico.
Ok, acepto que la dualidad es inmanente, yo soy una dualidad notoria y evidente Beto Malatesta (el personaje que entraña mi lado mas oscuro) y el que esta sentado frente al monitor, ambos distintos, ambos contando una mentira a su respectivo publico. Pero mi estimado Huracan, la mentira no busca ocasionarle dolor, ni jugar con alguien, es solo parte de la dramatizacion a la que somos convocados. En ese punto reside mi asombro ante la aparicion de individuos que a las personas que mas de si les han dado, les hayan mentido todo el tiempo, sustentando todo en cuanto a ellos giraba, en una simple mentira que adornaron de honestidad...Palabras de Bunbury, no he conocido a nadie que mienta (...) con tanta disciplina, precision y sinceridad...
Ese es el caso.
Ok, si mi premisa de vida siempre ha sido, Homo Homini Lupus...el hombre es el lobo del hombre...entiendo que no deberia sorprenderme que los humanos seamos asi...pero en mi caso pense que este ser humano seria diferente, al menos atendiendo a que yo si me despoje de esa nota connatural lacerante que todos llevamos. Ello sumado al hecho de que la falsedad que me apabullo de su parte, es hoy la certeza que le brinda a otro ser humano. Tendria que narrar una larga historia, que he develado para mi mismo, de a pocos en el ultimo año, quiza pueda contartela, pero por obvias razones, este no es el lugar.
Solo termino este intervencion (hasta que respondas y continuemos), diciendo que me es dificil porque no asimilo que entregando todo lo entregable de tu persona, solo recibas una pantomima de pseudo amoroso efecto placebo, para que no vieras que tras el telon montaba otra obra en la que dejabas de ser el principe que regaba sus alegrias, y pasabas a ser el abyecto villano que torna sus dias de sol en aciagas borrascas...y para tu mala suerte, tu obra no tenia publico, y la suya se presento con localidades agotadas...
Beto Malatesta.
Pd: Ya esta claro lo de las tildes.
Lo leí en la madrugada y tenía ya mi comentario pero se borró cuando abrí otra "ventana" en el iPod. Horrible el asunto. Y ya no estoy inspirada.
Yo soy una "suma de pedazos" que miente para engañarse a si misma. Dos vidas análogas en una sola. Y no hay peor mentira que esa.
¿Ya pasó lo doloroso? ¿O es lo que se quita con el tiempo?...
Tiempo indefinido
Saludos.
Eres? Tu vida? No preguntes quien soy, no pregunte que fui, pregunta que hice.
Si duele sientes, siempre será mejor sentir, siempre será mejor dejar de ser y ser quien eres.
A veces las mentiras golpean como rocas que calan en lo mas profundo de tu confianza. A veces uno siente que ha perdido el tiempo y malgastao sentimientos ante alguien que simplemente no vale la pena su existencia, por lo menos no en nuestras vidas. Hay dias en que al igual que tu y tus ultimas lineas prefiero borrar de mi rollo mental su existencia, esa que alegro mis dias veraniegos eternos y esos que actualmente aturden y foguean mis mas venenosos pensamientos. Lo que si puedo asegurar, es cuando un individuo cala tan profundo, solo nosotros podemos hacer que desvanezca o que simplemente decidamos olvidar que en algun momento de nuestra estación vital, estuvo a mi lado, a tu lado.
Un aullido, un buen aullido para tu pedazo de escritura virtual.
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