domingo, 31 de octubre de 2010

Tu contra el mundo



Tener una fuerte tos en Halloween no es precisamente divertido… te caga los planes de salir a la calle con tu recién comprada máscara del Dr. Wagner (para saber quién chingados es hacer click aquí) y ver la reacción de la gente, para luego ir con tus amigos ex moeas a festejar el cumpleaños de tu coach… en fin que entre toser hasta el dolor pectoral y tener que correr al baño cada 3 tosidas para expectorar de mi organismo la desagradable mucosa, pues mis planes de domingo 31 de octubre se limitaron a buscar en internet algo que me mantenga entretenido hasta que por el aburrimiento –y los medicamentos- me vaya a dormir…

En eso andaba, tonteando en el Facebook y buscando una película que ver cuando un título llamo mi atención… “Scott Pilgrim vs The World”… y en el afiche virtual que presentaba la peli en cuestión, aparecía un muchacho tocando el bajo… entonces pensé que valdría la pena leer la sinopsis y ver de qué iba pues si es comedia adolescente más rock quizá merecía la pena el verla… Y francamente no me equivoqué…

La película tiene un estilo narrativo genial, bastante peculiar que te recuerda a un manga japonés por ratos y a otros a un cómic de la marvel… pero el motivo por el que escribo no es para hacer un critica ni nada de eso, sino porque luego de ver la peli me quedé dándole vueltas al tema subyacente que trata la historia… la presencia de tus ex parejas respecto de tus futuros intentos amorosos…

Y no me refiero a una presencia literal, sino al halo que dejan sobre ti las personas con las que tuviste una relación alguna vez, y como ese halo se evidencia cuando una nueva relación se aproxima a tu vida…

En el caso de la película, el protagonista, un tal Scott Pilgrim –loser a más no poder pero con mucha habilidad de Cassanova- debe lidiar en tono de Mortal Kombat contra los 7 ex novios de la chica con la que quiere iniciar una relación… para ello va enfrentándose a los “7 siniestros” uno a la vez, encontrando en cada uno una habilidad especial que en la película se narra a modo de superpoder, como arrojar bolas de fuego, evaporarse en el aire, súper fuerza o telekinesis, las cuales narrativamente se asocian a una característica particular de cada uno de ellos, dígase el ser Hindú, el ser una mega estrella de acción, el ser un músico vegano –ojo, no ovolacto vegetariano- o una lesbiana gótica, por ejemplo…

Pero el punto reside en que más allá de la forma en que se aborda el tema, la cuestión es harto cierta, pues vemos al pobre muchacho, que podría ser cualquiera de nosotros, sufriendo porque debe demostrar a través de los combates con los ex de su damisela, que está a la par de ellos e incluso que es mejor que ellos… Eso me llamó la atención, pues de seguro si pregunto si existe alguien que no ha preguntado por las ex parejas de la persona a la que actualmente pretende, la respuesta será una rotunda negativa, y es que nos resulta imposible evitar el querer saber todo respecto al pasado amoroso de las personas a las que les hemos puesto en la mira del corazón…

Así, me imagino la presión que se debe sentir cuando estás saliendo con una chica y te enteras por ejemplo que su ex –sí, ese con el que terminó antes de que aparecieras tú- es una famosa estrella del cine de acción, con una cuenta bancaria de varios ceros, y aclamado por las féminas a donde vaya…Ya sé que por ahí alguien podría decir que es bueno saber que esa muchacha a la que estás pretendiendo es madura e inteligente y no se deja impresionar por superficialidades como el dinero o la fama… pffff… seguro… como si eso fuera lo que vas a pensar cuando te diga… “Ahh, bueno ni te creas, yo salí con Brad Pitt hace un tiempo, pero cuando no hay cámaras cerca es un imbécil”… En cuanto oigas “Brad Pitt + salí” aunque no quieras sentirás un ataque de inseguridad –por mínimo que sea- pues de inmediato te siente compitiendo con “Aquiles” pues si esta muchachita le dio forata a tremendo espécimen masculino, con mayor razón te mandará a rodar a ti ¿no?...

Pues esa es la temática de fondo de esta película, cómo la gente debe lidiar con sus propios temores e inseguridades respecto de los famosos “fantasmas” que representan los ex de las personas que nos importan y gustan… No hay razón para sentirse en un competencia, pues cada persona es diferente, especial en su propia forma de ser, con sus virtudes inimitables y sus defectos insufribles, y pretender ponerte a competir con esos espectros es perder tu tiempo, tus fuerzas y eventualmente a esa persona, pues basta con ponerte a pensar que si ella quisiera que seas como su ex, pues lo buscaría a él –al menos es era así naturalmente- y para tal caso no resultaría muy inteligente portarte como el ex de tu actual pareja porque debes recordar que por alguna razón terminaron con él… no vaya a ser que corras tú con la misma suerte del susodicho…

En fin, tres cosas claras… que es inevitable el sentir curiosidad por el pasado amoroso de la persona de nuestros sueños –al menos la de turno-… que es inevitable sentir cierta presión cuando descubrimos en ese pasado a personajes que ostentan cualidades que salen del común denominador, dígase un aspecto físico de portada de Vogue francesa, una billetera de capo de la droga colombiano, una inteligencia de físico aeroespacial de la NASA, más fama que la que tiene Shakira o algo así… y finalmente que nada de eso debería preocuparnos realmente, pues la perfección no existe y lo que le sobra en guapura a Tom Cruise le faltaba en intelecto, además las prioridades de las personas respecto a sus eventuales parejas varían constantemente y con el tiempo y la madurez se enfocan más en el ser profundo de la persona y menos en su parecer superficial…

Así que si estás entre los 15 y 20 años, eres inteligente, carismático y social, pero regordete, tienes acné severo y llevas brackets… jódete y apela a tu paciencia –y al gimnasio y el jabón medicado - al menos hasta que cumplas los 25, cuando conocerás gente que no te juzgue prontamente por como luces, sino por quien eres… Y si aún tienes frescos los traumas de tu post pubertad… apela al método de Scott Pilgrim y derrota uno a uno a los “Siniestros ex-es” de tu pareja con tus propias virtudes y cualidades.

Ya en última instancia usa el método de Roma… vuélvete maricón o cura… sólo queda el decidir qué te gusta más… soplar la vela o encender el cirio…


Pd. Por si quieren ver la película en buena definición se las dejo aquí abajito... el inconveniente es que está en MEGAVIDEO o sea que tendrán que apagar el router en cuanto les salga el aviso de que vieron 70 minutos, luego lo encienden de nuevo, esperan que cargue el internet y vuelven a poner la peli desde donde la dejaron... Voila!...




sábado, 30 de octubre de 2010

24 horas en la Terminal...



Every rose has it’s thorn… Just like every night has it's dawn

Y es que hasta las experiencias que más expectativa te despiertan y que más ilusión te hacen, llevan su cuota de Murphysmos (a efectos revisar Leyes de Murphy) que te la ponen pesada en el trayecto…

Hace unos 15 días mi periplo a tierras del Chavo y de Paquita la del barrio tuvo su inicio en el aeropuerto José Quiñones de la ciudad en que vivo… ahí pues no pasa nada, porque como siempre digo Chiclayo es una aldea con 3 malls... lo único destacable fue soplarme la conversación de 3 vetustos señorones que se ufanaban de conocer a tal y cual político, de haberse reunido con este o aquel ministro, y rajaban rico de las universidades nacionales a las que desestimaban con no poca razón…

El punto es que hasta volar de Chiclayo a Lima es aburrido… lo bueno es que son apenas 60 minutos que pasan desapercibidos…

Siendo las 7:20 pm ya me encontraba en el aeropuerto Jorge Chávez de Lima, con una mochila llena de zapatos, un portatrajes rojo de Adams Mujer ¬¬… y una maleta de 23 kilos en la que llevaba la frágil carga etílica que me encomendaron los buenos muchachos de Guadalajara.

No habría problema si mi vuelo saliera en las horas venideras, pero no… el vuelo Lima – México tenía hora de salida a las 7:00 am… así que tenía 11 horas y 40 minutos por delante en las que no podía quedarme dormido a gusto porque debería estar dejando mi maleta a las 5 de la mañana y conociéndome, me habría despertado hasta las 9…

De más está decir que la noche que al principio se me hacía interesantísima poco a poco fue decayendo, el bullicio, los turistas, las familias, el patio de comidas, las tiendecitas, la cabina de internet que te cobra 7 putos soles por una miserable hora, todo está bacán hasta que te da la una de la mañana, cuando de pronto te sientes en la película esa de los Langoliers, sentado en un rincón, cagado de sueño y sin rastros de vida inteligente alrededor… No pues lo bueno es que al menos no apagan las luces, que sino pensarías que han montado en el aeropuerto un show por las vísperas del Halloween…

Y bueno, con 7 soles con 50 céntimos gastados en tacitas de café de máquina, con los ojos rojos, la cabeza pesada, y los olores corporales comenzando a asomar (mi última ducha la tomé a las 12 del mediodía del día anterior) me llegó la hora de dejar la maleta, la cual encomendé a todos los santos aeroportuarios porque llevando una botella de pisco y 12 de cerveza entre Cusqueña malta y red lager, temía que entre tanto maltrato llegaran pulverizadas y su precioso contenido regado sobre mis calzoncillos Jhon Holden… El resto del trayecto hacia la sala de abordaje fue más sencillo, llenar un par de formas –una para salir de Perú y otra para entrar a México-, pagar tu impuesto de salida, despojarte de todo cuanto llevas para pasar por la revisión obligatoria, hacerte el simpático con el agente de migraciones, caminar hasta el otro extremo del aeropuerto porque te dieron la puerta más alejada para abordar, y hacerlo todo con un ojo abierto y otro cerrado, deseando tan sólo llegar a un asiento en el que dejarte caer dormido aunque sea un par de horas.

Cojudo yo, que pensé que podría dormir, pues ahí estaban los otros pasajeros que llegaban fresquecitos de sus casas o de sus hoteles, bañaditos, afeitados y perfumados, todos conversalones y re animados… Fuck! me dije a mi mismo… ya dormiré en el avión… uy sí, con lo cómodos que son sus asientos… ¬¬

Dicho y hecho… el avión despega, bajo la persiana de la ventana, cierro los ojos, y una vocecita falsamente amable pregunta ¿Qué desea de beber señor?... Tu sangre servida en tu cráneo hija de p… un café por favor… aquí tiene… Y me dejan un café caliente –mucho muy caliente- unos huevos revueltos con una yuca que asumo estaba cruda, porque si no, no se explicaría por qué estaba tan dura, y una ensalada de frutas que si estuvo rica…. Pasado ese episodio, me dispuse a dormir, así que reclino mi asiento, y bueno tampoco es que se reclinen tanto, pero al menos... cierro mis ojitos ya enrojecidos y al imbécil! del asiento trasero se le da por mirar el paisaje monótono del mar abierto bajo nuestro avión, sin considerar que el sol en todo su jodido esplendor entraba de lleno tanto sobre su asiento como sobre el mío… envolví mi cabeza con mi casaca apestosa, y preferí dormir y sudar –más aún- a soplarme la inclemencia solar a la que me sometían los afanes de topógrafo aéreo de mi vecino de asiento… Hora aproximada… las 9:20 am...

Muy cerca de las 12 del mediodía llegamos al aeropuerto Benito Juárez de la ciudad de México, con lo que mi emoción se reavivó, en parte debido a las 3 horas que dormí y que me vinieron perfectas. Bajamos a la zona de migraciones en la que me puse a formar la fila para la respectiva revisión, ahí estaba yo, despeinado, oliendo raro, viéndome más raro aún, mientras oía hablar a la gente a mi alrededor y me llamaba mucho la atención que todos hablaran con acento mexicano… “seguro en este vuelo regresaban de turistear por Perú”… creí ingenuamente, cuando luego de 30 minutos llegó mi turno de pasar a revisión documentaria… “Emm, disculpe joven, pero su pasaporte es peruano”… “sí, soy de Perú” (y ahí que le lanzo mi intento de sonrisa)… “Si, verá, lo que pasa es que esta línea es para mexicanos, los extranjeros deben formarse en esa fila de allá”… y que me señala una fila larguísima del otro lado del ambiente en que estábamos… “Ah ya, gracias”… T_T “Why????”…

Entonces otra media hora perdida formándome de nuevo hasta que me vuelve a tocar, y cuando me acerco con la mejor predisposición y sonriendo, me topo con un tipo de lo más antipático, que con una actitud de “qué mierda vienes a hacer en mi país, pendejo”… me trató como si yo fuera un narco prontuariado que intenta escabullirse en su nación para enriquecerse ilícitamente y corromper a sus bien portados jóvenes… Pfff… o sea, el webas ese me empezó a interrogar mismo fiscal…

Asshole: ¿Y tú a qué vienes?”…

Yo: Vengo al UNITESO, que se va a…

Asshole: ¿UNITESO? ¿Y qué, qué es eso o qué?...

Yo: Como le decía, es un evento de simulación de ONU en el ITESO en Guadal…

Asshole: ¿ITESO? ¿Qué es eso?

Yo: Es una universidad de los Jesuítas, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente

Asshole: ¿Y eso dónde queda? ¿Tú a dónde vas?…

Yo: ¬¬... En Guadalajara…

Asshole: ¿Y a qué vas allá?

Yo: ¬¬ … a una simulación de la ONU para estudiantes que se va a realizar en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente…

Asshole: ¿Y tú quién eres?

Yo: o_O… yo soy un estudiante que viene representando a la República del Perú

Asshole: ¿Y qué vas a hacer tú? ¿A qué vas?

Yo: … Ya le dije, voy a representar al Perú en la simulación…

Asshole: Esto está mal llenado, anda llénalo de nuevo…

Y que el asshole me manda a llenar otra vez mi fichita de ingreso a México porque marqué turismo y estudios y sólo puedo marcar una… pero mi Visa decía que era para turismo, negocios y tránsito… En fin que la lleno de nuevo, esta vez sólo marco turismo, y paso donde otra señorita porque NI HUEVÓN me iba donde ese subnormal otra vez… Entonces yo tranquilito, tratando de ignorar que había perdido más de una hora y que tenía que tomar otro vuelo hasta Guadalajara supuestamente a las 4:50 pm, cuando con toda amabilidad me dice… “Disculpe pero hay un problema con su Visa”… Puta en ese momento ya no pensaba nada, le pregunté qué pasaba y me dijo simplemente “Acompáñeme por favor”… y todo el mundo mirando como a un peruanito que lo regresaron de la otra fila, que lo regresaron porque llenó mal su ficha, ahora se lo llevaban a un cuartito en cuya puerta habían parapetados dos fulanos vestidos de militar, portando sendas ametralladoras… De seguro más de uno pensó… “Mira ese muchacho… seguro es un burrier”…

En eso que me piden que tome asiento en un cuartito minúsculo, sin más muebles que una silla incómoda y un televisor que tenía un programa adefesiero… Esperé pacientemente unos 10 minutos, preocupado por mi Visa, por mi equipaje que estaría dando vueltas en la banda transportadora, por el vuelo que esperaba no perder, cuando entra la señorita y me dice “Listo joven, su Visa tenía una fecha de nacimiento distinta a la que tenía su pasaporte, pero ya se confirmó en el sistema que tiene autorización para entrar a México”… No perdí tiempo en hacerme el amable ni el ofendido, le dije gracias y salí raudo a darle encuentro a mi maleta, pero para no quedarme con la espina en la mera puerta me giro y le digo “Usted ha sido muy amable, deberían decirle a todos sus trabajadores que sean como usted… porque ese tipo de allá se comportó de una forma muy poco educada conmigo”… y escuchando sus disculpas a nombre de un tercero me alejé buscando con la vista mi maletota…

Total… que yo preocupado y el equipaje ni siquiera estaba en la banda, porque antes de pasarlo para su recojo tenían que revisarlo los perros de la policía antidrogas, y tu veías las maletas siendo pisoteadas, volteadas, aventadas de un lado a otro, mientras los pastores alemanes iban y venían sobre el equipaje, hurgando con sus hocicos en pos de hallar la valija de un capo de la droga… pero naa… éramos puros turistas esta ocasión… por suerte…

Hasta que al fin recojo mi equipaje y me voy a buscar dónde dejarlo, porque mi vuelo era de conexión, y mi equipaje lo tenían que subir a otro avión, cuando me informan que hay que pasar un control de equipaje, y bueno, sin hacerme lio pongo mi valija, mi mochila y mi portatrajes para que los revisen con rayos X… cuando el fulano que estaba en la maquinita se queda mirando fijamente la pantalla, levanta la mano y llama a dos gentes más… “Caraj… y ahora qué” –esto lo pensé, no lo dije-… “A ver joven, venga por aquí por favor”… y ahí voy yo con valija, mochila y portatrajes detrás de una señorita con cara de cólico menstrual que me pide que abra mi maleta… Yo, que no tenía problema, me dispongo a quitarle el candadito que siempre le pongo para disuadir cualquier intento de robo, pero ahí va Murphy again… y el pinche candado que no abre… “Ejemm…. Ejemmm… no abre”… “Por favor joven, abra su maleta ya”… y el puto candado más rebelde que Tupac Amaru… “No tendrán un cerrajero… jejeje… es que no abre”… “¿Cómo que no abre?... Ábralo ya”… y ya estaba dispuesto a romperlo cuando por fin el candado de mierda se anima a abrirse e ipso facto que puse en evidencia mi equipaje pues la cara de hemorroide de la chica se agestaba cada vez más… “¿Qué es esto?”… dijo señalándome las botellas bien embaladas que tenía para evitar desastres… “Unos presentes que llevo a unos amigos en Guadalajara… usted verá, me van a dar posada en una casa y se me hizo feo llegar con las manos vacías, así que les llevo un pisco y unas cervezas peruanas”… La cara de poto de la fulana medio que me miró con escepticismo así que para salirse de dudas me mando desarmar mi bien armado embalaje y que le muestre que traía… caballero nomás… a desarmar el embalaje –no todo obviamente, porque aún quedaba un vuelo más- y cuando vio que decía Cusqueña Malta le bastó, me ordenó cerrar mi equipaje y me pidió que avanzara…

Luego de volver a ordenar mi maleta, cerrarla y dejarla en la banda de conexión, salí a buscar la sala de embarque para mi otro vuelo… Un hombre bien amable me informó que eran ya las 2 y media de la tarde, así que según yo me quedaban dos horas para mi siguiente vuelo… y ahí que paso de nuevo otros controles sin novedades y por fin entro a la zona de abordaje… Con el estómago gruñéndome de hambre me dispuse a comprar algo de comer, según yo tenía muchísimo dinero azteca pues con 2 500 pesos pensaba hacer y deshacer en compras y diversión… pero cuando me pidieron 15 pesos por una Pepsi y 40 pesos por un triple de jamón, pollo y queso caí en la cuenta de que en realidad había cambiado muy poco dinero… “No jodas ¿¿¿55 pesos por esto???... en Chiclayo me cuesta 5 soles”…

Me abstuve de comprar nada así que comencé a caminar para hacer tiempo, viendo tiendas, viendo turistas, sentándome de rato en rato en lugares diferentes, yendo al baño a mojarme la cara… y cuando pensé que ya sería hora de irme a mi puerta de embarque, veo en una pantallita que mi vuelo se había retrasado… y ahora saldría a las 6:00 pm… O sea, eran las 4 y según yo ya me iba… pero resulta que todavía debía esperar 2 horas más… y eso no era lo peor… sino que Manuel me iba a recoger a las 5:40, y ahora resulta que llegaría a Guadalajara a las 7:00 y no tenía ninguna manera de contactarme con él… En fin, que al mal tiempo buena cara, y como no tenía de otra, me fui a sentar dooooooos horas frente al cartelito de “Gate 73”… Cuando finalmente nos llaman a abordar me imaginé que podría distraer el hambre que traía con la comida que nos darían en el avión, pero tremendo chasco… para empezar que el avión parecía de juguete y los asientos apenas y tenían las dimensiones para un adulto, y encima el menú del día eran unos manís japoneses con limón que han sido de las cosas más repulsivas que he probado, y eso que tenía hambre… Total… que no veía las horas de por fin llegar a Guadalajara y pedirles a los chicos que me lleven a algún lugar a comer algo decente, exótico y sabroso…

Pasada una hora de vuelo el capitán nos dio la feliz noticia de que estábamos en tierras tapatías... Enorme fue mi alegría al divisar por la ventanilla como cada vez más se iba acercando el suelo… Exactamente a las 7:05 pm llegamos al aeropuerto, el cual se me hizo muy parecido a nuestro José Quiñones, pues era chiquito y sin mucho movimiento, lo que me hizo pensar en lo curioso que resultaba eso pues según me había informado Guadalajara era una de las principales ciudades de México y su aeropuerto tenía vuelos internacionales… pero en fin… no hice mucho caso y fui a por mi equipaje…

Entonces, ahí le voy al encuentro de Manuel, sudado, cansado, apestado y hambriento, luego 24 horas entre aeropuertos y vuelos, deseando poder darme una ducha fría y comer algo, cuando llego finalmente a la zona de “Llegadas Nacionales” y por ningún lado veía nadie siquiera parecido a Manuel… “Puta madre… seguro como no llegó el avión Manuk ya se fue”… fue lo primero que pensé, pero luego se me ocurrió que Manuel pudo haber preguntado por mi vuelo y cuando le dijeron que había un retraso, pues salió a hacer otras cosas y ya habría de volver… Así que con predisposición y mente positiva esperé, y esperé, y esperé, y seguí esperando hasta que la gente de seguridad comenzó a verme raro… Debo confesar que llegué a creer que Manuel había olvidado que yo iba a llegar a Guadalajara, así que no fue al aeropuerto… y para colmo de males ni siquiera tenía su dirección pues no consideré el anotarla ya que daba por sentado que me recogerían…

Con la franca desesperación comenzando a aparecer en mí luego de UNA HORA de esperar sentado en la vereda frente al aeropuerto, opté por preguntarle a un trabajador dónde podía utilizar un servicio de internet pues la persona que me iba a recoger no llegaba y necesitaba contactar con alguien… y para cerrar un arribo cargado de emociones, va el tipo y me dice… “Pus aquí no va a haber, pero vaya a la Terminal 1 y ahí está un hotel que tiene internet”… “ha… hay… ¿hay otra terminal?”… “Sí mire, va derecho por aquí, sigue el caminito junto al cerco y ahí nomás la va a ver, no está lejos”…

FUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUCK!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Como buen pendejo esperando una hora en una terminal minúscula, toda fea y sin una puta tienda donde comprar nada de comer… cuando había una terminal ENORME, con Burger King, Starbucks, tiendecitas de tequila, souvenirs, revistas, comida, con baños amplios y limpios, con una cafetería bonita, llena de gente, rodeada de taxis, con un hotelote al frente, con teléfonos… en fin… que estando ahí se me ocurre… “¿No andará Manuk por aquí?”… Y que me pongo a recorrer la terminal buscando a Manuel, cuando en eso oigo una voz lejana... “¡¡¡¡EDSON!!!!”… Y va que volteo y veo a Manuel con una cara de angustia que superaba la mía… ¡Hey, Manuk!... fue mi respuesta ensonrisada… Y luego de una breve explicación de lo sucedido, por fin me vi sentado en su Nissan guinda, con mi equipaje en la maletera, y escuchando una breve explicación de cada cosa que yo iba viendo por la ventana…

Así fui bienvenido en Guadalajara… y aún tenía 11 días más por delante…

Ah sí, finalmente comí algo muy bueno esa noche... unas "Brontohamburguesas" con mucho chile, rodeado de gente muy buena, divertida y plurinacional... Mi estómago pago las consecuencias los días siguientes, pero eso es otra historia...