El valetodo es un deporte sólo para machos machos... eso no lo duda nadie... sobre todo por las lesiones a las que te expones cuando te metes a darte de patadas y puñetes con un tipo que pesa 85 kilos y le dicen "Cemento"... Claro que tu no muestras tu humano temor -instinto de auto preservación le llaman- y pones cara de maniático (cosa que se me da natural) y les pides a tus amigos que coreen tu nombre con voz masculina y eufórica...
¡¡¡LOBOO!!!
¡¡¡LOBOOOO!!!
¡¡¡LOBOOOOOO!!!
¡¡¡CORRE HUEVÓN QUE TE SACAN TU MIERDAAAA!!!
Cuando sientes que te están haciendo una resonancia magnética al tórax, usando los nudillos... pues piensas que deberías haberte dedicado a tus primeros amores... como la pintura... la escultura... la poesía o la música... y deberías dejar los deportes de contacto para aquellos que no piensan vivir más de 50 años... pero hay un punto en el que de tanto golpe que aguantas, más los dos o tres que llegas a dar...-ejemmm...ejemmm- tu cerebro muta, se trastorna y te convierte en una máquina homicida... y sobre todo SUICIDA...
Nadie en sus cabales se anima a embestir a un tipo con cara de neanderthal -y también con el cuerpo de uno-, con la guardia baja y exponiendo la cabeza como si fueras un patito de goma en un juego psicótico de tiro al blanco... pero... así soy yo...
De más está decir que un sólo puñetazo (ahora sé por qué chucha le dicen Cemento)... bastó para hacerme mirar el techo del gimnasio, cómodamente recostado sobre el tatami... mientras mi frente se llenaba de una mezcla exótica de sudor, sangre y pelos despeinados...
Pero no se confunda amigo lector, no, no... Yo me opuse tajantemente a abandonar la pelea...
- Estás huevón, primazo... a ese conchesumare le saco su mierda...
- Pero Edsito... este... ya tas cagao... ese on te mete otro quemo en el checo... y te llevamos a las Mercedes...
- Ni cagando... vas a ver... ahora si se recontra cagó...
- Puta... al final es tu cuerpo...
Y lanzando arengas desmoralizadoras contra mi persona, todos tuvieron que comerse sus palabras con mucha mostaza y algo de rocoto... ni bien entré, se reactivó ese instinto asesino que me conocen mis amigos más cercanos, y que reprimo con mucho mucho esfuerzo en mi vida diaria...
Con la sangre bañando mi cara, y con una sonrisa de enfermo sádico y orgasmeado por el dolor -que realmente no sentía-, me fui contra el pobre "Cemento" hasta volverlo "ripio"... Claro que me gané dos buenas patadas en las costillas, y un izquierdazo que impactó peligrosamente cerca de la zanja que sus nudillos habían abierto en mi cabeza... pero logré aprovechar cuando me estaba golpeando para aporrear su hígado con un par de ganchos, mandarlo al piso con una derribada sumamente burda que hasta un babuino podría hacer mejor, pero era cosa de la adrenalina y las ganas de verlo sangrar mil veces más que yo... soltarle la metralla de derechazos en la cara, frente, cuello -en realidad, donde le cayeran...- hasta que se tuvo que rendir... aunque me importó tanto como el que le salga una verruga a una rana de la ciénaga americana... y seguí chancando su cabeza contra el tatami, aunque esta vez a dos manos... je je je...
Gané la pelea, y me gané el miedo del "Cemento"... aunque por su mirada, intuyo que tendremos que repetir la pelea... El punto... bueno en realidad, los tres puntos, que tendrían que haberme puesto en la cabeza hubieran sido un trofeo a la bestialidad kamikaze que dormita en mí... pero soy sumamente marica para las agujas... y me fui antes de que regresaran con el botiquín... jo JO jo...
En mi casa no les hizo mucha gracia que haya llegado con la mitad de la cara totalmente roja... y ni con el relato de mi victoria se quedaron tranquilos, pero bueno... son gajes del oficio... o del ocio...
En fin... soy demasiado terco como hacer caso...
Luego de lavarme la cara y cambiarme de polo por tercera vez...
El manchón rojo es la zanja que me dejaron como recuerdo...
¡¡¡LOBOO!!!
¡¡¡LOBOOOO!!!
¡¡¡LOBOOOOOO!!!
¡¡¡CORRE HUEVÓN QUE TE SACAN TU MIERDAAAA!!!
Cuando sientes que te están haciendo una resonancia magnética al tórax, usando los nudillos... pues piensas que deberías haberte dedicado a tus primeros amores... como la pintura... la escultura... la poesía o la música... y deberías dejar los deportes de contacto para aquellos que no piensan vivir más de 50 años... pero hay un punto en el que de tanto golpe que aguantas, más los dos o tres que llegas a dar...-ejemmm...ejemmm- tu cerebro muta, se trastorna y te convierte en una máquina homicida... y sobre todo SUICIDA...
Nadie en sus cabales se anima a embestir a un tipo con cara de neanderthal -y también con el cuerpo de uno-, con la guardia baja y exponiendo la cabeza como si fueras un patito de goma en un juego psicótico de tiro al blanco... pero... así soy yo...
De más está decir que un sólo puñetazo (ahora sé por qué chucha le dicen Cemento)... bastó para hacerme mirar el techo del gimnasio, cómodamente recostado sobre el tatami... mientras mi frente se llenaba de una mezcla exótica de sudor, sangre y pelos despeinados...
Pero no se confunda amigo lector, no, no... Yo me opuse tajantemente a abandonar la pelea...
- Estás huevón, primazo... a ese conchesumare le saco su mierda...
- Pero Edsito... este... ya tas cagao... ese on te mete otro quemo en el checo... y te llevamos a las Mercedes...
- Ni cagando... vas a ver... ahora si se recontra cagó...
- Puta... al final es tu cuerpo...
Y lanzando arengas desmoralizadoras contra mi persona, todos tuvieron que comerse sus palabras con mucha mostaza y algo de rocoto... ni bien entré, se reactivó ese instinto asesino que me conocen mis amigos más cercanos, y que reprimo con mucho mucho esfuerzo en mi vida diaria...
Con la sangre bañando mi cara, y con una sonrisa de enfermo sádico y orgasmeado por el dolor -que realmente no sentía-, me fui contra el pobre "Cemento" hasta volverlo "ripio"... Claro que me gané dos buenas patadas en las costillas, y un izquierdazo que impactó peligrosamente cerca de la zanja que sus nudillos habían abierto en mi cabeza... pero logré aprovechar cuando me estaba golpeando para aporrear su hígado con un par de ganchos, mandarlo al piso con una derribada sumamente burda que hasta un babuino podría hacer mejor, pero era cosa de la adrenalina y las ganas de verlo sangrar mil veces más que yo... soltarle la metralla de derechazos en la cara, frente, cuello -en realidad, donde le cayeran...- hasta que se tuvo que rendir... aunque me importó tanto como el que le salga una verruga a una rana de la ciénaga americana... y seguí chancando su cabeza contra el tatami, aunque esta vez a dos manos... je je je...
Gané la pelea, y me gané el miedo del "Cemento"... aunque por su mirada, intuyo que tendremos que repetir la pelea... El punto... bueno en realidad, los tres puntos, que tendrían que haberme puesto en la cabeza hubieran sido un trofeo a la bestialidad kamikaze que dormita en mí... pero soy sumamente marica para las agujas... y me fui antes de que regresaran con el botiquín... jo JO jo...
En mi casa no les hizo mucha gracia que haya llegado con la mitad de la cara totalmente roja... y ni con el relato de mi victoria se quedaron tranquilos, pero bueno... son gajes del oficio... o del ocio...
En fin... soy demasiado terco como hacer caso...
Luego de lavarme la cara y cambiarme de polo por tercera vez...
El manchón rojo es la zanja que me dejaron como recuerdo...
No puedo evitarlo... aun malherido... soy un posero xD
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